40 aniversario del Centro de Información y Documentación "Alberto Beltrán", la memoria de una institución
* Más de 152 mil registros documentales, audiovisuales y fotográficos, entre otros materiales, son parte del acervo de este Centro.
* Una conferencia sobre sus inicios, una exposición con lo más representativo de sus seis acervos y presentaciones musicales de destacados exponentes de la tradición popular de México, comprendieron el programa.
El Centro de Investigación y Documentación (CID) "Alberto Beltrán" festejó su 40 Aniversario, siendo el único en su tipo en resguardar, preservar y difundir la memoria documental y audiovisual de las culturas populares e indígenas de México, columna vertebral del trabajo de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura federal.
"En primer lugar, este espacio es la memoria y resguardo de la DGCPIU. El hecho de que sea un centro especializado en las culturas populares e indígenas de este país lo hace único. Contamos con un total de 152 mil registros contenidos en seis acervos: biblioteca, documental, fonoteca, fototeca, hemeroteca y videoteca", comentó en entrevista Elena Vázquez y de los Santos, coordinadora del CID.
Los festejos iniciaron el viernes 21 de septiembre, en el Museo Nacional de Culturas Populares, recinto museístico en el que se ubica el CID, con la conferencia Los orígenes del Centro de Investigación y Documentación "Alberto Beltrán", impartida por el Mtro. Leonel Durán, uno de los ex titulares de la DGCPIU y la Mtra. Marina Anguiano, la primera
coordinadora de este centro, creado en 1978. Ambos evocaron los objetivos y directrices primigenias de este espacio, así como la creación y recopilación de sus acervos.
Posteriormente, en las Galerías de la Quinta Margarita, se llevó cabo la inauguración de la Exposición de los acervos fotográficos, fonográficos y videográficos, con una muy significativa selección de fotografías, objetos, videos y grabaciones de los materiales representativos del Centro.
La velada concluyó, en primera instancia, con la música de Erick de Jesús Ocelotl, cantautor guerrerense, becario del FONCA, intérprete de sones, boleros y chilenas en español, mixteco, náhuatl y tlapaneco. Le siguió el grupo de son jarocho Estanzuela, originario de Tlacotalpan, Veracruz, con más de 22 años de trayectoria. El domingo 23 la fiesta continuó con la participación de la agrupación de son huasteco Trío Aguacero, originaria de Alaxtitla, Chicontepec, Veracruz, y la Banda Tierra del Sol, procedente de Arcelia, Guerrero.
El Centro de Información y Documentación “Alberto Beltrán” ha salvaguardado desde su creación, en 1978, tesoros documentales, audiovisuales y fotográficos del patrimonio cultural inmaterial de México. Entre ellos está la recopilación de expresiones musicales populares; además de testimonios orales de las tradiciones, leyendas y narraciones, que han pasado de generación en generación desde tiempos ancestrales.
Secretos de nuestra cocina mexicana; cantos rituales y poesía de los distintos pueblos indígenas y mestizos de México se encuentran en estas colecciones. Asimismo, las distintas manifestaciones de las fiestas patronales y rituales; las danzas y músicas de la geografía mexicana.
El trabajo de destacadas personalidades comprende parte de este acervo, entre ellas, grabaciones de etnomusicólogos como Arturo Chamorro, Manuel Álvarez Boada, Thomas Stanford, Max Jardow-Pedersen, Alejo Yescas y Mario Kuri Aldana, por mencionar algunos. De igual forma, fotografías, autoría de Alberto Beltrán, Ana Pellicer, Christa Cowrie, Guillermo Vargas, Jas Reuter, Jorge Torres Pelayo, Pablo Méndez y Rogelio Cuéllar, entre otros.
Aunado a lo anterior, a decir de Elena Vázquez y de los Santos, el CID posee dos joyas para consulta del público en general: el acervo donado del desaparecido Fondo Nacional para el Desarrollo de la Danza Popular Mexicana (FONADAN) y los proyectos gestados desde las comunidades y portadores de la cultura, a través del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) de la DGCPIU.
Vázquez y de los Santos resaltó que "dentro de los repositorios digitales que está haciendo la Secretaría de Cultura, el CID ya tiene subido parte de nuestra fototeca y posteriormente queremos llevarlo a la música y otros materiales. Ésta es una manera de seducir al usuario para que se acerque personalmente".
La coordinadora añadió que el CID también cuenta con un catálogo en línea en el cual los internautas pueden consultar antes de acudir al también espacio museístico de Coyoacán. "También tenemos exposiciones en la sala de consulta que han tenido mucho éxito para motivar a los visitantes a conocernos y saber más del acervo que tenemos aquí, que muchas veces va en sintonía con la temática de las exposiciones del Museo.
Vázquez y de los Santos concluyó que el CID constantemente se está actualizando porque, al igual que la cultura popular e indígena, ésta no es estática, se transforma y adapta a los nuevos tiempos, sin perder la esencia y el espíritu de sus raíces.
La DGCPIU celebra Encuentros y Desencuentros, a 500 años.
México pluricultural y pluriétnico
• Las actividades comprenden un coloquio en la Ciudad de México, así como mesas de diálogo y conversatorios en ciudades emblemáticas del mestizaje.
• Se abordarán aspectos históricos de la cultura mestiza en México, así como sus implicaciones en la música, la lengua y la literatura indígena, entre otros temas.
Con el objetivo de reflexionar el mestizaje como una transformación histórica de conformación de la sociedad mexicana y de su identidad, sus procesos de creación y recreación cultural, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) llevará a cabo el programa Encuentros y Desencuentros, a 500 años. México pluricultural y pluriétnico, donde se invitará a reflexionar sobre el intercambio cultural y su impacto en el desarrollo de las artes.
La herencia del encuentro entre los pueblos indígenas de México y los españoles, esclavos africanos y migrantes de otras culturas de Occidente, propició la construcción de un crisol de nuevos lenguajes artísticos expresados a través de la música, la literatura y la danza principalmente, así como la conformación de costumbres, tradiciones y ritos.
La inauguración de estas actividades, que comprenden un coloquio en la Ciudad de México, mesas de diálogo en ciudades emblemáticas y conversatorios en distintas entidades del país, se llevará a cabo el martes 18 de septiembre, a las 16:30 horas, en el Patio Jacarandas del Museo Nacional de Culturas Populares.
“Más que un mestizaje racial se suscitó una amalgama de préstamos, apropiaciones e imposiciones culturales que han dado como resultado la construcción de una nación multiétnica y pluricultural”, comentó en entrevista el antropólogo Aarón Mejía Rodríguez, director de Desarrollo Intercultural de la DGCPIU.
Añadió que “los programas y proyectos de esta Dirección están en función de fortalecer, difundir y promover el patrimonio cultural inmaterial de nuestro país, el cual se construye a partir de las identidades, interacción e intercambios entre miembros de culturas diferentes, motivo de nuestro interés y quehacer cotidiano”.
En virtud de dar cumplimento a este objetivo, del 18 al 20 de septiembre, a las 17:00 horas, en este recinto de Coyoacán se llevará a cabo el Coloquio Encuentros y desencuentros en la creación cultural y artística a 500 años. En él, se abordarán los aspectos históricos del crisol de culturas que hoy conviven en México, así como sus implicaciones en la música, la lengua y la literatura indígena.
Intervendrán las voces de destacados especialistas en el tema, entre ellos Enrique Florescano, Eduardo Matos Moctezuma, Rodrigo Martínez Baracs, Guillermo Correa Lonche, Fernando Nava López, Carlos Ruíz Rodríguez, Georgina Flores Mercado, Rubén Luengas, Rafael Tena Martínez, María del Carmen Herrera Meza, Juan Gregorio Regino y David Chávez Rivadeneyra. Aunado a las participaciones artísticas del músico Gerardo Tamez, la poeta Rocío González y la actriz escénica Diana Rosete.
Diálogos en ciudades emblemáticas
Mejía Rodríguez enfatizó la importancia de estas reflexiones, ya que se han desarrollado procesos de mestizaje que van más allá de los pueblos indígenas y españoles. En principio, con la llamada primera raíz, conformada por la diversidad de pueblos originarios; la segunda raíz, que es la herencia de las culturas occidentales que llegaron al territorio mexicano; y la tercera raíz, los afrodescendientes, cuyos ancestros fueron esclavos africanos que trajeron los europeos en su arribo al continente americano.
Es por lo anterior que, del 18 al 20 de septiembre en las ciudades de Veracruz, Tijuana, Mérida y Tlaxcala, se desarrollarán mesas de Diálogos en ciudades emblemáticas, con expertos y portadores de la cultura popular de estas entidades, donde se motivará a reflexionar con el público sobre la construcción de procesos identitarios y el desarrollo cultural en las mismas.
De acuerdo con el funcionario, Veracruz es la puerta de entrada no sólo a manifestaciones culturales derivadas del mundo indígena y español. “Existe una fuerte presencia negra que le da un carácter especial a esta entidad. Mérida fue también un importante receptor de distintas migraciones que persisten hasta nuestros días. Tlaxcala, en tanto, recibió una significativa influencia española, debido a su alianza los indígenas tlaxcaltecas en contra del dominio del pueblo mexica. Y finalmente, Tijuana, cuna moderna de la migración no sólo nacional, sino de otros países de Centro y Sudamérica, donde se percibe una singular diversidad cultural”.
Finalmente, a partir del 15 de septiembre al 11 de octubre, en las Unidades Regionales de la DGCPIU de Baja California, Coahuila, Chiapas, Durango, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo y Veracruz, se llevarán a cabo conversatorios. En ellos, investigadores, docentes y promotores culturales locales ahondarán en la identidad histórica de los pueblos indígenas y la construcción de una cultura popular derivada de sus encuentros y desencuentros con Europa, África y Asia.
Más detalles sobre el programa de actividades (Informes)
Del 30 de agosto al 2 de septiembre en la Casa de Cultura de la ciudad de Puebla
Puebla le da la bienvenida a la poesía y la canción de autor
con el Festival Nacional de las Culturas Populares Sonidos de México. Sonidos de la Tierra. Compositores y Poetas
En el marco del 40 aniversario de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura federal, se inauguró este jueves 30 de agosto el Festival Nacional de las Culturas Populares Sonidos de México. Sonidos de la Tierra. Compositores y Poetas, en colaboración con la Secretaría de Cultura y Turismo del estado de Puebla.
Esta celebración, que concluirá el domingo 2 de septiembre, lleva acabo en la casa de Cultura Profesor Pedro Ángel Palou Pérez, de la ciudad de Puebla. Dieciséis compositores y cuatro poetas mujeres ofrecerán a los asistentes su música, interpretaciones y letras, con un contenido que transita desde los aspectos más sencillos de la vida cotidiana, hasta los temas más profundos del quehacer humano.
Después de su paso por la Ciudad de México, en el que se mostró el crisol de la diversidad cultural y artística de nuestro país a través de música, danza, poesía y mesas de diálogo, esta versión del Festival Nacional de las Culturas Populares trata de abrir espacios para que la sociedad disfrute de la obra de compositores de México, que abarcan los géneros tradicionales y urbanos del país, y cuya estética es una propuesta donde la música y la poesía van de la mano.
Por ello, en este Festival tienen también cabida aquellas poetas cuya trayectoria se desarrolla en las ciudades y sobre temas que preocupan al ser humano y especialmente los que aluden a problemáticas sociales de nuestro país.
Los cantautores participantes representan a una región de México -el caso de Puebla es singular, no sólo por el número de participantes, sino también por su calidad y talento-, como también de los estados de Oaxaca, Jalisco, San Luis Potosí, Estado de México, Michoacán, Veracruz, Coahuila, Sinaloa y Ciudad de México.
Este diálogo que se alimenta del verso, el canto y la música tuvo en Lalo Bermúdez, Félix Díaz, Esmeralda Guillén, Carlos Arellano y la poeta María Villatoro, una jornada inaugural que contagió de calidez y entusiasmo a todos los asistentes. Los cantautores que actuarán en las jornadas siguientes serán Leticia Servín, Rafael Catana, Marco Rojas, Gareli Ramírez, Yahir Durán, Iván García, Lian Ventura, Gerardo Pablo, Ana Díaz, Gustavo López, Mauricio Díaz “El Hueso” y Guillermo Briseño, con la intervención de las poetas Tanya Cosío, Ramira Salmerón y Nadia López García.
En el contexto de la poesía, que cada día del Festival cierra con la propuesta contemporánea de cuatro creadoras, la poblana María Villatoro, una mujer de lenguaje libre y urbano, habló desde los callejones de la emoción; Tanya Cosío, originaria de Guadalajara y que se detiene en los resquicios del alma, abordará los claroscuros de la ciudad y del ser humano.
Les seguirán Ramira Salmerón, joven poeta con los sueños y las aspiraciones de nuevas sociedades, nuevos tiempos y cambios, y, finalmente, la oaxaqueña Nadia López García, ganadora del Premio a la Creación Literaria en Lenguas Originarias Cenzontle 2017, en cuyos poemas bilingües (español/mixteco) se rebela y alza la voz ante las imposiciones sociales.
Inauguró este encuentro el cantautor Lalo Bermúdez, cuyas introspectivas letras celebraron la vida y el amor; seguido de Félix Díaz, con propuestas multisonoras que incluyen ritmos de trova, folk, funk, rock y jazz. Continuó la joven compositora Esmeralda Guillén, que incursiona en el blues, jazz-pop y el folclor latinoamericano. Cerró la noche un músico referente dentro de la canción de autor en Puebla, Carlos Arellano, creador que hace más de 30 años lanzó su primer disco, Canciones Domésticas.
La trova y el canto nuevo llegarán el viernes 31 de la mano de Marco Rojas, quien evocará sus propias vivencias y fantasías. De quehacer polifacético, cantautora, actriz, productora musical y docente, Leticia Servín deleitará con su poderosa voz a la audiencia, dentro del género del jazz y su fusión con otras armonías. Tocará después el turno a Gareli Ramírez, quien interpretará con la cadencia de su guitarra canciones de matices mexicanos y jazzeros. Cerrará esta jornada Rafael Catana, uno de los fundadores del Movimiento de los Rupestres, que a mediados de los años setenta irrumpió en la escena cultural mexicana para dejar resonancias y nuevos caminos musicales.
El sábado primero de septiembre, Yahir Durán, notable exponente de la nueva trova mexicana, ofrecerá un viaje musical y literario inspirado en sus vivencias y el entorno de su natal Topolobampo, Sinaloa. Le seguirá Iván García, poblano de cepa, músico y poeta experimental, para proyectar la fuerza del rock alternativo, new wave, post punk y música country. En el mismo ánimo, Lian Ventura explorará otras formas musicales con instrumentos tradicionales, clásicos y nuevas tecnologías. Finalmente, de espíritu independiente, Gerardo Pablo exaltará la poesía y la música de trova contemporánea.
En el último día de este Festival, abrirá la jornada dominical Mauricio Díaz “El Hueso”, músico y compositor cuyas influencias musicales transitan por el son, la música brasileña, el rock, el jazz y el rap. Continuará la oaxaqueña Ana Díaz, que sobresale en la música por su versatilidad y carácter propositivo; a la par, su paisano Gustavo López, ex integrante del grupo Los Folkloristas y promotor de la tradición musical mexicana, fusionará diversos y variados elemento sonoros.
El último cantautor de esta fiesta será el músico ecléctico originario de la Ciudad de México, Guillermo Briseño, quien ofrecerá una remembranza de su trabajo, junto con sus últimas creaciones, enmarcadas en un estilo que mezcla la poética de su lírica con géneros musicales como el rhythm and blues, el funk, los ritmos latinoamericanos, el rap y la música electrónica.
El Festival Nacional de las Culturas Populares Sonidos de México. Sonidos de la Tierra. Compositores y Poetas se llevará a cabo del 30 de agosto al domingo 2 de septiembre, en la Casa de la Cultura Profesor Pedro Ángel Palou Pérez, ubicadaen 5 Oriente 5, esquina con 16 de Septiembre, Puebla, Pue. La entrada es libre.
Presencia de la Huasteca en la Ciudad de México,
fiesta que ensalza el entramado cultural de esta milenaria región
Del viernes 7 al domingo 9 de septiembre, el colorido, la música y la tradición que distinguen la riqueza histórica y cultural de la Región Huasteca llegarán al corazón de Coyoacán, al Museo Nacional de Culturas Populares, con el encuentro Presencia de la Huasteca en la Ciudad de México, organizado por la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura federal y las instancias de cultura de los estados de Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz.
Con la participación de creadores, promotores e investigadores de Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz, entidades que integran esta ancestral región de arraigada identidad, se develarán los tesoros de su música, danzas tradicionales, gastronomía y artesanías; además de proyectos literarios y musicales que dan cuenta de su inagotable vitalidad.
Durante tres intensos días de fiesta con lo más representativo de la Huasteca, este encuentro pretende que los habitantes de la Ciudad de México conozcan, disfruten, valoren y se enorgullezcan como mexicanos del crisol artístico y cultural que posee esta región siendo partícipes de las actividades.
Asimismo, el objetivo es mostrar el resultado de las acciones impulsadas por el Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca de la DGCPIU, para la difusión, promoción y preservación de este patrimonio cultural inmaterial, único en el mundo.
La inauguración de este festejo multicultural se llevará a cabo el viernes 7 de septiembre a las 17:00 horas, en el Patio Jacarandas de este recinto, con la participación de varios representantes artísticos de la región, entre ellos la Banda de Viento Primavera, del estado de Hidalgo. En los días subsecuentes serán las bandas Flor de la Cascada, de Ixhuatlán de Madero, Veracruz; y de San José de Bucareli, de Pinal de Amoles, Querétaro.
La rítmica alegre del son y el inigualable ingenio del verso y la décima, distintivos de los músicos de La Huasteca, invitarán al público a huapanguear con la presentación de los tríos Amistad Queretana, Alwatam, Guardianes de la Huasteca, Raíz del Son, Calamar, Los Cenzontles, Jilgueros de Altamira y Dr. Chessani y sus Huapangueros de Rioverde.
Y como música y baile son elementos inherentes en la cultura de nuestro país, el público tendrá la oportunidad de presenciar la interpretación de algunas danzas poco vistas fuera de la región. Una de ellas, la Danza de a Pie, de Ocampo, Tamaulipas, que simboliza el mestizaje y la evangelización. La vistosa y milenaria Danza de los Quetzales, de Huauchinango, Puebla, que guarda un significado agrícola y astronómico, pues los pasos en cruz y círculos representan los cuatro puntos cardinales y la rotación del tiempo.
Otra será la Danza Los Disfrazados, de Atlapexco, Hidalgo, muy característica durante el xantolo -fiesta tradicional de origen prehispánico en honor a los difuntos que se celebra en la región Huasteca-, en la que cuadrillas de danzantes varones bailan alegres, ataviados con ropa de mujer, sombreros, paliacates y la cara cubierta con máscaras de madera.
Para enaltecer la tradición y costumbres gastronómicas del pueblo huasteco, habrá una muestra de comida tradicional. Los asistentes disfrutarán de una extensa variedad de platillos preparados con ingredientes como el chile chiltepín, cuaresmeño y guajillo; bebidas de frutas como el jobo, capulín, ciruelas, zarza y guanábana; así como de los distintivos bocoles, enchiladas o el tamal de gran tamaño conocido como zacahuil, preparado con diversas carnes y mezcla de chiles.
Se contará con la participación de destacados artesanos, quienes pondrán a la venta objetos como canastas, morrales, aretes, blusas, bolsas, entre otros productos utilitarios, ornamentales y de alimentos. Muchas de ellos, resultado de la herencia de los pueblos indígenas tének, nahuas, totonacos, tepehuas, otomíes, pames y mestizos que cohabitan en este territorio.
Las aportaciones de creadores musicales, literarios e investigadores que honran el legado cultural y natural de esta región, serán ejes en la presentación del poemario Ilab, de la escritora Cecilia Guinea. En tanto, Carmen Guevara Torres hablará de Los grandes de la Décima, una recopilación de experiencias con grandes versadores plasmados en estas páginas. El libro Sabores de la Huasteca, coordinado por Roberto Villaseñor, invitará a los asistentes a un viaje por las entrañas de las cocinas huastecas, a través de recetas de sazón inigualable.
En el ámbito de las sonoridades, los músicos potosinos y veracruzanos del Trío Tlacuatzin presentarán su disco La Lumbre; lo mismo el Trío Aurora Hidalguense con su producción discográfica Recorrido sonoro de la Huasteca. Además, se llevará a cabo la presentación de los Discos Conmemorativos de los Festivales de la Huasteca, que reúne una diversidad de experiencias musicales tanto de consagradas como de jóvenes agrupaciones en 22 ediciones de esta fiesta.
Completarán el programa el recital La música huasteca y las nuevas fusiones musicales, con la participación de Samuel Martínez y Jorge Morenos. De igual manera, la conferencia Tamaulipas y la Música Huasteca, a cargo de la ejecutante de quinta huapanguera, Soraima Galindo Linares. La presentación del documental de Tirso Bautista, titulado Entralazando mijkailjuitl, Día de Muertos en Chicontepec, Veracruz. Y la plática Panorama sociocultural de la Huasteca Hidalguense, con Efrén Fayad Islas.
El Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca fue creado en 1994 por la Secretaría de Cultura -antes Conaculta- a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, en conjunto con las instituciones de cultura estatales que conforman la región. Uno de los principales proyectos de este programa es el Festival de la Huasteca, que se desarrolla desde hace 23 años.
Presencia de la Huasteca en la Ciudad de México se llevará a cabo del 7 al 9 de septiembre, viernes a partir de las 13:00; sábado desde las 10:30; y domingo a partir de las 11:00 horas, en el Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Av. Hidalgo 289, Col. Del Carmen, Delegación Coyoacán, Ciudad de México. La entrada es libre.
MAB
En la Sala María Sabina del Museo Nacional de Culturas Populares
Los chamanes otomíes, intermediarios entre el ser humano y los dioses, protagonistas de exposición fotográfica
La Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura presenta en la Sala María Sabina, del Museo Nacional de Culturas Populares, la exposición fotográfica “Oculto y a la vista de todos. El sistema ceremonial otomí”, que abrió este jueves 30 de agosto para mostrar la perenne relación de este antiguo pueblo indígena con la naturaleza, en especial con los montes, y el ciclo agrícola a través de la labor de los m’bëfi, o en español, “trabajadores del tiempo”, encargados de llevar a cabo ceremonias de sanación, petición de lluvias y fertilidad de las cosechas, entre otros rituales.
El autor de estas 40 imágenes, Carlos Hernández Dávila, doctor en Antropología, comentó en entrevista que esta selección es el resultado de seis años de trabajo de campo en diversas comunidades del Estado de México. “Se trata de acercar al público a este sistema ceremonial -casi intacto durante cientos de años- que se desarrolla a tan sólo a unos kilómetros de la Ciudad de México. Y aunque hoy se muestra con un rostro católico popular -resultado de la evangelización-, convive con las ceremonias en los cerros y los manantiales, entre otros elementos de la naturaleza”.
Prácticas asociadas al calendario agrícola junto con los festejos de los santos patronos, la Semana Santa y de Todos los Santos y Difuntos en las comunidades otomíes de Monte Alto, Jiquipilco, Otzolotepec, Lerma, Ocoyoacac, Temoaya, Nicolás Romero y Chapa de Mota, entre otros municipios, exhiben el sincretismo de una religión.
“Estos ritos son tan vitales gracias a que se incrustaron en el calendario litúrgico de la iglesia católica, sin embargo, la sierra tiene una vida ceremonial muy vigorosa. Es un sistema al que le llamo la religión del pueblo, que conjunta la devoción católica con la religión del monte”, expresó el también coordinador de la Licenciatura de Etnología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Los mediadores en estas ceremonias, en las que intervienen las figuras de los dioses y la comunidad, son los chamanes o m’bëfi, a quienes les es dado el don de sanar, pedir la lluvia, el granizo, entre otras atribuciones, y que, según Hernández Dávila son los encargados de “negociar” lo que las divinidades conceden o no. Dicha revelación se lleva a cabo a través del sueño. A decir del antropólogo, son rituales asociados al conflicto, base sobre la cual se sostiene el trabajo chamánico.
El pueblo otomí ha llevado también esta práctica de la negociación al ámbito de su historia. Hernández Dávila, aseguró que “la relevancia de este pueblo tiene que ver con el campo de la resistencia. Los otomíes se han resistido, han negociado su incorporación al mundo moderno.
Lo anterior se ejemplifica en una de las imágenes de la exposición, donde aparece un grupo de niños grabando con una tableta electrónica un ritual de sanación para mandarlo después a su pariente enfermo que está en Nueva York, quien ofreció una ofrenda para que se efectuara esta ceremonia, que luego él observará del otro lado de la frontera por su teléfono celular.
“El público se va a encontrar la imagen de una religión indígena que no es mística, sino vivificada. Que no es una abstracción espiritual, sino que atiende lo inmediata: la comida, la envidia, el mal de ojo, la enfermedad. Es un sistema que apela por la horizontalidad. Es un llamado para pensar que, si queremos vincularnos con la tolerancia como punto de partida, los pueblos otomíes tienen mucho que enseñarnos”, aseguró Hernández Dávila.
La exposición fotográfica “Oculto y a la vista de todos. El sistema ceremonial otomí” se expone del jueves 30 de agosto hasta el 30 de septiembre del presente año, en la Sala María Sabina del Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Hidalgo 289, Col. Del Carmen, Del. Coyoacán, Ciudad de México.