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Convocatorias

Merequetengue. El color de la Costa Chica

El próximo jueves 28 de febrero, a las 19:00 horas

Inaugura el Museo Nacional de Culturas Populares

el programa de exposiciones:

“Merequetengue. El color de la Costa Chica”

  • El recinto museístico reabre sus puertas con cuatro exposiciones temporales: “Ruja. Afromexicanos de la Costa Chica” con fotografías de Maya Goded y Alberto Ibáñez; “Gráfica Cimarrón” con obra del Centro Cultural Cimarrón
  • Además de “Canto de Ruja para Atzatzilistli” con obra de Baltazar Castellano Melo; y “Son de Artesa” un documental dirigido por Sandra López Barroso
  • El objetivo de este programa es mostrar la diversidad étnica y cultural, así como algunas de las manifestaciones artísticas originadas en las comunidades afrodescendientes de la región costera de Oaxaca y Guerrero

MerequetengueLa Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura a través del Museo Nacional de Culturas Populares se complace en presentar el programa Merequetengue. El color de la Costa Chica, compuesto por cuatro exposiciones temporales que tienen como objetivo mostrar la diversidad étnica y cultural, así como algunas de las manifestaciones artísticas originadas en las comunidades afrodescendientes de la región costera de Oaxaca y Guerrero.

El museo se vestirá de fiesta el 28 de febrero a partir de las 19:00 horas con la muestra “Ruja. Afromexicanos de la Costa Chica” en la sala Guillermo Bonfil Batalla, conformada por más de 80 fotografías en blanco y negro de Maya Goded y Alberto Ibáñez, dos artistas que desde sus particulares propuestas estéticas, retratan la vida cotidiana en diversas comunidades afromestizas de la Costa Chica como Tecoyame, Tepextla, Corralero, Chacahua, el Ciruelo, Chicometepec, La Boquilla, Santo Domingo, El Azufre, Las Salinas, Llano Grande -en Oaxaca- y Cuajinicuilapa, San Nicolás, Maldonado, Cerro de las Tablas – en Guerrero-. La Costa Chica es el litoral comprendido entre Acapulco, Guerrero, y Puerto Ángel, Oaxaca, territorio que cuenta con algunos de los principales asentamientos en México de población afromexicana (connacionales que provienen de hombres y mujeres de origen africano, desplazados de manera forzada durante el periodo virreinal o arribados tras la Independencia). Permanecerá abierta hasta el 2 de junio.

Retratos de infantes, mujeres y hombres, el mar, la pesca, la danza, la fiesta, el amor y la vida, conforman este magnífico recorrido visual. La muestra lleva por título “Ruja” en alusión a algunos de los bailes tradicionales de “los diablos”, característicos de las comunidades afrodescendientes de la Costa Chica que se llevan a cabo los días de muertos.

Al mismo tiempo se presenta en la sala Cristina Payán la muestra “Gráfica Cimarrón”, una selección de estampas producidas en el Centro Cultural Cimarrón fundado en 1995 en la comunidad El Ciruelo en Pinotepa Nacional, Oaxaca. Este espacio cultural es una de las semillas de los actuales movimientos sociales de reconocimiento de los pueblos afromexicanos. “El Cimarrón” fue un centro impulsado por el padre Glyn Jemmott, originario de Trinidad y Tobago, que activó talleres de artes plásticas, cuentos, música y danza, permanentes e itinerantes, en diversas comunidades costeras de Oaxaca y Guerrero bajo el lema: “Aprender para ser libres” y con ello, reafirmar la identidad afromestiza en niños, jóvenes y adultos de la región.

La exposición “Gráfica Cimarrón”, conformada por más de 50 obras, representa un rescate de la memoria, es la materialización de un importante fenómeno histórico y cultural que simboliza el esfuerzo colectivo por afirmar la identidad afrodescendiente a través del arte – gracias al esfuerzo del padre Glyn y de diversas asociaciones, entre ellas “El Cimarrón”, se lograron concretar los “Encuentros de Pueblos Negros”, asambleas de comunidades afromexicanas en donde se analizan problemáticas socioculturales y al mismo tiempo, se busca visibilizar a las comunidades afromestizas como componentes fundamentales de la sociedad mexicana. Estará abierta hasta el 2 de junio.

Canto de Ruja para Atzatzilistlise exhibe en la Sala María Sabina con obra de Baltazar Castellano Melo, artista joven originario de Cuajinicuilapa, Guerrero, quien a través de distintos objetos intervenidos como máscaras de diablos y los tradicionales instrumentos musicales: arcuzas y charrascas, simboliza dos de las principales raíces culturales de Guerrero: la “danza de los diablos” y el culto a Atzatzilistli, “el llamado de la lluvia” característico de la montaña, en el que se representa el enfrentamiento entre dos tecuanes o jaguares tras el robo fallido de la semilla del maíz a Tlaloc, deidad que al verlos pelear se apiadó de ellos enviando la cosecha de tan apreciada planta y la lluvia, por cada gota de sangre derramada en la batalla. Además de los objetos que conforman la exhibición, Baltazar realizó un mural ex profeso en el patio de la Quinta Margarita, en el que representa las coloridas tradiciones y danzas de la comunidad afromestiza de la Costa Chica: “La tortuga”, “El toro del petate y sus 24 caporales”, “Los diablos”, “Son de Artesa” y “La Chilena”, que también conviven con tecuanes o jaguares de la montaña. El público la podrá visitar hasta el 19 de mayo del presente año.

Finalmente, en las Galerías 3 y 4 se presenta la proyección del documental Son de Artesa (2006-2008), dirigido y producido por la antropóloga y cineasta Sandra Luz López Barroso quien tiene una larga trayectoria en la investigación de la población de la Costa Chica. Este proyecto está dedicado a doña Catalina Noyola Bruno quien fuera una de las leyendas del son de artesa.

Este son nació en Guerrero durante la época virreinal cuando los pobladores de origen africano escuchaban en la lejanía la música española que provenía de distintas fiestas. A partir de la necesidad del baile, se inventó la artesa, una especie de tarima realizada con troncos de parota, labrados en sus costados con alguna figura zoomorfa -toro, caballo o lagarto-. Durante mucho tiempo este son se realizaba en fiestas, bodas y otras celebraciones; en la actualidad se lleva a cabo durante encuentros culturales regionales. En su ejecución participan un número variado de músicos, generalmente cinco, quienes interpretan instrumentos como guitarra, vihuela, violín, cajón y arpa, además de los bailarines que hacen sonar la artesa, generalmente con la planta de sus pies descalzos. Se presentará hasta el 19 de mayo.

El programa Merequetengue. El color de la Costa Chica estará acompañado de actividades académicas, escénicas, talleres y visitas guiadas que serán anunciadas en las redes sociales y en la página web. El Museo Nacional de Culturas Populares se ubica en Av. Hidalgo 289 en la colonia Del Carmen, Alcaldía de Coyoacán, y tiene un horario de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas La entrada al público es de 15 pesos.

DGCPIU prepara grandes festejos por el Año Internacional

LOGOAñopequeñoDGCPIU prepara grandes festejos por el Año Internacional
de las Lenguas Indígenas

  • A primera hora del 21 de febrero, los usuarios del metro de la Ciudad de México recibirán un regalo literario en lengua indígena
  • Poesía y música recorrerán distintos puntos de la capital, entre ellos, la estación del Metro Zapata, la Biblioteca Vasconcelos y el Museo Nacional de Culturas Populares
  • Además, se proyectarán las películas Sueño en otro idioma y Roma en recintos de la Ciudad de México y entidades de la República Mexicana

Con el propósito de combatir la discriminación lingüística en nuestro país y fomentar el reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural, factores que promueven el diálogo y entendimiento entre los pueblos y la construcción de una cultura a favor de la paz, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México inaugurará sus festejos por el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.

En el marco del 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna, la celebración será por partida doble con el inicio de la campaña a nivel nacional titulada: “No hay lengua sin pueblos”, acompañada con los hashtags en redes sociales #NoHayLenguaSinPueblos y #NiUnHablanteMenos.

A lo largo del día y del año, en distintos espacios de la capital y entidades del país, a través de poesía, música, cine y arte urbano, esta iniciativa buscará fortalecer el valor de las lenguas indígenas y sus hablantes.

Desde muy temprano, en la primera corrida de las 05:00 de la mañana del 21 de febrero, el poder de las lenguas mexicanas emergerá desde las profundidades de la tierra. Cinco mil pasajeros de las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro que atraviesan la Ciudad de México se encontrarán con un regalo literario en los asientos de los vagones.

Entre una estación y otra, los usuarios de este transporte público disfrutarán de la lectura en lengua mé’pháá -y en español- del poema “El árbol”, creado exprofeso por el guerrerense Hubert Matiúwàà, ganador del V Premio de Literaturas Indígenas de América, para celebrar este Año Internacional.

A manera de impresiones en papel, los pasajeros no sólo traerán consigo un mapa de la red, sino que además conocerán y podrán compartir la riqueza de la palabra a través de obras poéticas escritas en algunas de las 68 lenguas indígenas de nuestro país.

Esta iniciativa se repetirá los días 21 de cada mes, hasta noviembre. Participarán, además de Matiúwàà, los poetas Rubí Tsanda Huerta, purépecha; Mikeas Sánchez, zoque; Emilia Buitimea, yoreme; Feliciano Sánchez Chan, maya; Yolanda Matías, náhuatl; Enriqueta Lunez, tsotsil; Irma Pineda, zapoteca; Delfina Albañez, pai pai, y Yásnaya Aguilar, ayuujk, quienes en su poesía reflexionarán y visibilizarán la situación de las lenguas originarias en la actualidad.

La idea de compartir la palabra materna en el metro es la réplica de un gran proyecto en el que diez lienzos públicos de distintas entidades del país serán intervenidos -uno por mes hasta noviembre- con las obras de los poetas mencionados en convivencia con creaciones de jóvenes artistas plásticos. Las lenguas no solo se podrán leer, sino también ver junto con toda la riqueza cultural que las rodea.

El primer mural de este proyecto será inaugurado el 21 de febrero, a las 17:00 horas, a unos metros de la línea fronteriza entre México y Estados Unidos, en Tijuana, Baja California. El encargado de ilustrar el poema de Matiúwàà será el artista del grafiti Benny Frank. El lienzo público de 8.50 x 4.50 metros de dimensión se localiza en las playas de esa ciudad, en el lado oeste de las oficinas de la agrupación de apoyo a migrantes “Ángeles sin Fronteras”, espacio en el que confluyen miles de personas al mes.

Cine, música y más poesía en honor de las lenguas indígenas

Este Día Internacional de la Lengua Materna, la musicalidad del son y la poesía, cantada y recitada, inundará distintos espacios de la Ciudad de México con las voces de los poetas Celerina Patricia Sánchez, originaria de Oaxaca, hablante de la lengua ñuu savi, y Santos de la Cruz Hernández, nahua proveniente del municipio de Ixcatepec, en Veracruz. Ambos estarán acompañados por el grupo de jóvenes de son huasteco Tres en línea, originario de la Ciudad de México.

Este circuito músico-poético, cuyo hilo conductor serán los indígenas migrantes a las ciudades, iniciará su recorrido a las 12:00 horas en la estación del Metro Zapata; luego, a las 16:00 horas, visitará la Biblioteca Vasconcelos; y concluirá presentaciones en el Museo Nacional de Culturas Populares, a las 18:00 horas.

El alcance de las lenguas indígenas en busca de su reconocimiento es retomado también por el séptimo arte, ejemplo de ello son las películas Sueño en otro idioma, del director Ernesto Contreras, y Roma, de Alfonso Cuarón, las cuales completarán el programa de actividades en el marco de estos festejos a la palabra.

En colaboración con diversas instancias culturales en la Ciudad de México, se ofrecerán funciones dobles en la Biblioteca de México y la Biblioteca Vasconcelos (a las 12:00 horas); Fonart Patriotismo (17:00 horas); Museo de Historia de Tlalpan (17:40 horas); Cineteca Nacional y Zócalo de la Ciudad de México (19:00 horas); y el Museo Nacional de Culturas Populares (19:30 horas).

Previamente, en el Patio Jacarandas del recinto museístico de Coyoacán, a las 19:00 horas se llevará a cabo la charla “¿Cómo inventar una lengua?” a cargo del lingüista Francisco Javier Félix Valdez, quien creó el “zikril”, lengua indígena con la que se comunican algunos de los personajes del filme Sueño en otro idioma.

Además, ambas películas se proyectarán en diferentes sedes del programa Cine Sillita y las Unidades Regionales de la DGCPIU ubicadas en los estados de Baja California, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Morelia, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Yucatán.

La entrada para todas las actividades es gratuita. Para más información del programa “No hay lengua sin pueblos” consultar: https://www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx/

MAB

Tlacotalpan, sede de la fiesta de las letras

foro sotavento pgTlacotalpan, sede de la fiesta de las letras,

música y tradiciones del Sotavento

  • Presentaciones de libros, revistas, fonogramas, páginas web, cortometrajes y documentales darán cuenta de las acciones para fortalecer la identidad sotaventina.
  • Se sumará a la programación un Foro Especial de Son Jarocho transmitido por Radio Educación.

Entre música, versos, zapateado y tarima, del 31 de enero al 2 de febrero se llevará a cabo el Foro de Presentaciones Editoriales del Sotavento, dentro de las Fiestas de la Candelaria en el municipio veracruzano de Tlacotalpan, semillero de los primeros intérpretes y agrupaciones de son jarocho del país.

La Casa de la Cultura “Agustín Lara” será la sede en la que productores editoriales, promotores, artistas, investigadores y asociaciones civiles expondrán el resultado de sus esfuerzos por fortalecer y dar a conocer la riqueza cultural de la región sotaventina.

Esta iniciativa surgió hace 16 años, impulsada por la Secretaría de Cultura federal, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) y su Programa de Desarrollo Cultural del Sotavento, que agrupa a las instancias estatales de cultura de Oaxaca, Tabasco y Veracruz.

El propósito es abrir espacios para que los portadores de la tradición y promotores del Sotavento den a conocer sus productos culturales, en los que se dé cuenta no sólo de la historia y tradiciones de esta región, sino de su vitalidad y transformaciones.

Durante tres días los asistentes al municipio, también conocido como “La perla del Papaloapan”, disfrutarán de esta fiesta con más de una treintena de presentaciones de libros, revistas, fonogramas, páginas web, cortometrajes, documentales y un Foro Especial de noches de son jarocho transmitido por Radio Educación.

La ceremonia de inauguración se llevará a cabo el jueves 31 de enero, a las 19:00 horas, en la Casa de la Cultura de Tlacotalpan, Ver., con la apertura de varias exposiciones plásticas que se inspiran en el crisol multicultural de la zona.

Desde temprano se enaltecerá la diversidad sotaventina

“Soy palabra que lacera, dulce amargo de cicuta, soy ácida y dulce fruta, letra criolla y alfarera”, escribe Jorge Luis Barradas Viveros en su libro “Octadecimando. Las décimas de ‘Jorgiux’”, presentación editorial que dará inicio a las actividades de este Foro el jueves 31 de enero, a las 11:30 horas, en el auditorio de la Casa de la Cultura.

Entre las presentaciones de libros se encuentra el libro “Cocina Tradicional y Popular del Istmo”, que edita el Programa de Desarrollo Cultural del Istmo de la DGCPIU. Así como la obra del creador del programa literario “Palabra que te cuento” y narrador oaxaqueño Sabino Pérez Ramírez, quien invitará a los asistentes a maravillarse del paisaje sotaventino con los relatos y cuentos de “Escamas de luna”.

El colectivo “Y sigue la mata dando” dará a conocer en el libro “Del campo son. Historias de músicos del municipio de San Andrés Tuxtla” Vol. 1, el testimonio de diez importantes herederos de la cultura náhuatl de Los Tuxtlas, en Veracruz. Ellos narran la entrada de la industria, la repartición de tierras y la migración, cambios que han dado pie al gradual desvanecimiento de los conocimientos ancestrales que enriquecían la región.

El escritor Juan Meléndez de la Cruz presentará la obra “Arcadio Hidalgo. Poeta, campesino, jaranero, revolucionario”, en donde a manera de crónica hablará de la formación y la vida de este músico y compositor, figura central para explicar el movimiento jaranero y su resurgimiento como un fenómeno social exitoso.

En tanto, la invención artística se hará patente a través de fonogramas de consagrados y nuevos intérpretes y agrupaciones, entre ellos el reconocido grupo de son jarocho Mono Blanco, quien regresa a este foro para presentar su más reciente disco “Fandango: Sones jarochos de Veracruz”.

La agrupación Los Veracruzanísimos. Pregoneros del Recuerdo con su material “Tributo a Lorenzo Barcelata”, le rinden homenaje al destacado músico originario de Tlalixcoyan, Veracruz. De igual forma se presentará el libro-CD “Roble florido”, que compila las décimas más entrañables, algunas inéditas, del versador y figura emblemática del son jarocho Guillermo Cházaro Lagos.

En estas jornadas también será recordado al cantautor tradicional Andrés Flores Rosas, fallecido el año pasado, con el disco “El camino”, homenaje póstumo y logro de un proyecto del propio autor y la agrupación Los Hijos de José, grabado con intérpretes de la comunidad Jarochicana de Los Ángeles, California, entre ellos Quetzal y Martha Flores y La Marisoul.

Se sumarán asimismo las presentaciones de los fonogramas “Almendra y su arpa jarocha”, “Quinto cerro–Son Jarocho”, “Antología musical del Istmo”, “ReggaeSon–Sones jarochos en ritmos jamaiquinos” e “Infinito”, del grupo Sontrack, entre otros.

Las miradas del Sotavento llegarán a la pantalla con algunos documentales y cortometrajes, como “Tlacotalpan: música, fandango y tradición”, realizado por docentes y alumnos de la escuela y del taller de jarana, versada y zapateado de la escuela normal Juan Enríquez, donde música, poesía y baile se transmiten de una generación a otra, para entremezclarlos con la educación formal. En “Son voz de mi pueblo”,Cintia Astrid Regüiferos mostrará las voces centenarias del pueblo veracruzano a través de la música con historias, leyendas y sueños que se entretejen.

Noches de fandango y son

Con estas noches en el foro exterior de la Casa de la Cultura, concluirán las jornadas diarias de esta celebración a la cultura sotaventina. Al escenario subirán las agrupaciones veracruzanas Ariles, Son del Valle, Los Campechanos y músicos campesinos de Santiago Tuxtla: Corazón de caña, Te con té, Quebranto, La Colondria y Jaraneros Viejos de Chacalapa; además de la representación oaxaqueña con los Jaraneros Mixes y Los Alebrijes; y de la Ciudad de México, el grupo Cucalambé, entre otras.

MAB

El maíz. Elemento de nuestra identidad

TotomoxtleEl maíz. Elemento de nuestra identidad,

muestra que da vida al totomoxtle

  • Piezas elaboradas con las hojas que envuelven la mazorca del maíz dan testimonio de la creatividad y destreza de artesanos de Guerrero, Jalisco, Morelos y Veracruz.

La riqueza cultural del maíz va más allá de la mesa, convirtiéndose en objeto de inspiración para los artesanos de México. Esto se aprecia en la exposición El maíz. Elemento de nuestra identidad, que se presenta en el vestíbulo de la sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares, en el marco de la XXVII edición de la Feria del Tamal.

Alrededor de una docena de piezas elaboradas con totomoxtle -la hoja seca que envuelve la mazorca del maíz- empleada generalmente para envolver los tamales, dan testimonio de la creatividad y destreza de artesanos de los estados de Guerrero, Jalisco, Morelos y Veracruz.

Esta pequeña pero representativa muestra, perteneciente a la colección del Museo, reconoce el trabajo de generaciones de artesanos que han intervenido esta noble materia prima para recrear bellamente todo tipo de escenas de la vida cotidiana y momentos históricos.

Muñecas bailarinas, músicos tradicionales, representantes de la Danza Moros y Cristianos, vendedoras de flores y hasta una tamalera dan fe de los oficios populares y tradiciones artísticas que distinguen a México; al igual que personajes que hablan de nuestra historia, entre ellos, una caravana zapatista y una pareja de revolucionarios.

Algunas de las técnicas empleadas para la elaboración de estas obras consisten en humedecer las hojas secas de la mazorca para hacerlas flexibles y en ocasiones teñirlas con anilinas para obtener una multiplicidad de colores.

La maestría de los artesanos les ha permitido perfeccionar la manipulación del totomoxtle para recrear hasta los mínimos detalles en cada pieza. En estas obras se podrán apreciar aplicaciones con lentejuelas, plumas, listón, hilo de ixtle, entre otros materiales, que los artistas utilizaron para completar cada figura.

La exposición “El maíz. Elemento de nuestra identidad” se exhibirá hasta el domingo 3 de febrero en el vestíbulo de la Sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Av. Hidalgo 289, col. Del Carmen, Coyoacán, en la Ciudad de México. La entrada es libre.

XXVII Feria del Tamal en el Museo Nacional de Culturas Populares

 ISA96672XXVII Feria del Tamal en el Museo Nacional de Culturas Populares

  • Participarán cocineros mexicanos de 13 entidades del país; además de invitados latinoamericanos provenientes de Panamá, Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador.
  • Tamales oaxaqueños, veracruzanos, yucatecos, chilangos y michoacanos, entre otros, darán cuenta de la riqueza culinaria de este alimento ancestral.

Sabores y aromas provenientes de tradiciones ancestrales y recetas innovadoras deleitarán el paladar de los asistentes a la XXVII edición de la Feria del Tamal, organizada por el Museo Nacional de Culturas Populares y la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura federal.

Del martes 29 de enero al domingo 3 de febrero, de 10:00 a 20:00 horas, los patios del Museo recibirán a más de 50 expositores procedentes de seis países de América Latina, entre los que se encuentran Panamá, Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador, así como cocineros de 13 estados de la República Mexicana: Chiapas, Oaxaca, Guanajuato, Estado de México, Michoacán, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Hidalgo, Puebla, Tamaulipas y Sinaloa, así como de la Ciudad de México, quienes ofrecerán una gran variedad de tamales elaborados con ingredientes locales.

El tamal, del náhuatl tamalli, es un alimento que data de tiempos prehispánicos. Las crónicas del siglo XVI dan cuenta de su existencia como un elemento presente, tanto en los ritos ceremoniales como en la vida diaria.

La tradición de comer tamales el Día de la Candelaria está relacionada con el uso ceremonial que tenía dicho alimento en las diversas festividades prehispánicas, como la del inicio del ciclo agrícola, Atlcahualo, celebrada el primer mes del calendario mexica.

En Latinoamérica, de acuerdo con su procedencia, este platillo es llamado de diversas maneras: hayaca en Venezuela y Colombia; humita en Perú, Argentina y Chile; nacatamalen Nicaragua y Honduras; o pisque en El Salvador y Honduras. Todos con diferentes ingredientes y procesos de elaboración.

“Hay de chile, de dulce y de manteca”

En México, los tamales son tan diversos como las regiones y costumbres del país. Varían según el territorio en el que se elaboran y están fuertemente influenciados por los ingredientes, el tipo de elaboración y las tradiciones (festivas o culinarias) a las que pertenecen, así como a las lenguas que los refieren.

Se hallan, por ejemplo, los güemes de Baja California, elaborados con pasas y aceitunas; las corundas michoacanas, de origen purépecha, servidas con queso, crema y rajas; y en el sureste y la península de Yucatán el dzotobilchay, envuelto en hojas de chaya y relleno de huevo, además de los chanchamitos o los vaporcitos.

Una parte importante de los tamales es la manera de elaborarlos. Más allá de los ingredientes, su manufactura ha trascendido el tiempo y refleja en algunos casos procesos comunitarios y técnicas antiguas.

Así, por ejemplo, las corundas de ceniza, envueltas en hojas de carrizo; los mucbipollos yucatecos, horneados bajo tierra para comerse en el Hanal Pixan durante los festejos de días de muertos; o el zacahuil de la región huasteca, horneado bajo tierra y que por sus dimensiones se come compartido, estrechando la convivencia y los lazos de la comunidad, sobre todo en la época de carnaval o en el Xantolo -fiesta de los difuntos-.

En la mayor parte de México, los tamales están envueltos en hoja de maíz (totomoxtle), salvo algunos que lo están en hojas de plátano, hoja de carrizo y papatla u hoja de planta de maíz. En el centro del país, los ingredientes generalmente llevan alguna salsa que baña hortalizas o algún tipo de carne, ya sea pollo, puerco, pescado o mariscos.

Existen también los que se elaboran con ingredientes locales como la iguana, el armadillo o el pejelagarto, el camarón y las tichindas o, en años más recientes, ingredientes gourmet o menos tradicionales como el queso de cabra, los hongos portobello o crema de avellanas.

La costumbre de comer tamales ha perdurado hasta nuestros días y es un alimento que se distingue en celebraciones de todo tipo a lo largo del país, como bodas, bautizos, día de difuntos o en la Semana Santa.

Paralelamente a la Feria, en el vestíbulo de la Sala Cristina Payán se presenta la muestra “Candelaria”, conformada por una selección de piezas pertenecientes al acervo del Museo, elaboradas con totomoxtle, la hoja seca del maíz que ha servido a los artesanos para elaborar distintos productos, como bolsas, canastas y muñecos, además de ser el envoltorio del tamal.

La XXVII Feria del Tamal se llevará a cabo del 29 de enero al 3 de febrero, de 10:00 a 20:00 horas, en el Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Av. Hidalgo 289, col. Del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México. La entrada es gratuita.

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