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Convocatorias

Avance de actividades 2019

Trabaja la DGCPIU con los pueblos indígenas y poblaciones vulnerables del país a través de acciones culturales

  • La iniciativa nacional Trabajar con los invisibles ha llegado a destinas comunidades de México para impulsar junto con sus habitantes el fortalecimiento y difusión de las lenguas y la cultura indígena
  • Con las lenguas toman la tribuna, Murales y Cartografías poéticas, al menos 26 lenguas indígenas se han visto, escuchado y leído en la Cámara de Diputados, muros del país y el metro de la capital

Yásnaya tribunaDurante los primeros meses de la actual administración del Gobierno de México, la Secretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), ha impulsado el reconocimiento de los pueblos indígenas y comunidades de alta y muy alta marginación en el país a partir de iniciativas como Trabajar con los invisibles y Las lenguas toman la tribuna.

Asimismo, la DGCPIU ha propuesto acciones que reconozcan las aportaciones de los pueblos afromestizos del país y a los creadores artísticos que han buscado en los espacios urbanos exponer su arte popular.

En el marco de este 2019, declarado Año Internacional de las Lenguas Indígenas por la ONU, la DGCPIU inició el 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna, el proyecto Las lenguas toman la tribuna. Hasta el mes de septiembre, 27 oradores en cuyas voces se han escuchado 26 lenguas indígenas como el náhuatl, maya, pame, tseltal, zoque, ch’ol, triqui y tének, pronunciaron un discurso en la máxima institución legislativa de México: la Cámara de Diputados.

En el mismo sentido al reconocimiento de la riqueza cultural que aportan las lenguas indígenas mexicanas, así como de la importancia de su difusión, desde el 21 de febrero, cada mes se han realizado murales poéticos bilingües en espacios públicos de diferentes entidades del país, entre las que se encuentran Baja California, Michoacán, Chiapas y Oaxaca. Ocho poetas junto con artistas plásticos se han reunido para lograr obras que aprecian los habitantes y visitantes de las comunidades que las ostentan.

A esta propuesta de murales poéticos los acompañan cartografías poéticas distribuidas de forma gratuita cada 21 del mes en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. Hasta septiembre, 40 mil pasajeros de esta red han disfrutado y conocido las obras de estos 8 creadores en diversas lenguas con su traducción en español, lo que también abre una ventana para entender el pensamiento y cultura de estos pueblos que han sido marginados en muchos sectores de la sociedad desde hace cientos de años.

Como parte de la iniciativa nacional Trabajar con los invisibles, uno de los proyectos prioritarios de la DGCPIU que tiene entre sus objetivos promover acciones culturales en entornos donde persista la población indígena y de alta y muy alta marginación. Durante estos primeros meses en el territorio nacional se han implementado las primeras actividades de los programas Chamakili. Anticuentos y antipoemas, Círculos Regionales de Pensamiento Indígena, Enroques Culturales. Contaminación Musical, Mano vuelta y Huehue. Diálogos a través del tiempo.

En el caso de Chamakili. Anticuentos y antipoemas, en colaboración con el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) de la SEP, más de 200 figuras educativas pertenecientes a diversas regiones indígenas de toda la República Mexicana han sido capacitadas para la implementación de talleres de escritura creativa en lengua indígena. Hasta ahora, las capacitaciones se han llevado a cabo en San Juan del Río, Querétaro; Santa María Huatulco, Oaxaca; y Santa María Ocotán, Durango, con capacitadores y caravaneros en las lenguas náhuatl, totonaco y tepehuano, entre otras.

El programa Círculos Regionales de Pensamiento Indígena ha llevado a cabo tres proyecciones de películas sobre la lengua indígena en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), en Coahuila; además de tres conferencias y cuatro talleres sobre la cultura de los pueblos originarios. En las actividades participaron estudiantes indígenas y no indígenas provenientes, en su mayoría, de los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

Con respecto a Enroques Culturales. Contaminación musical. De enero a septiembre han ocurrido 15 intercambios artísticos con la participación de 112 creadores pertenecientes a 14 municipios diferentes, desatando experimentaciones polifónicas diversas entre hablantes y no hablantes en lengua indígena.

En Mano vuelta, se han llevado a cabo actividades de formación artística con los músicos raperos Juan Sant, intérprete totonaco, Pat Boy, rapero maya y la cantante seri, Zara Monrroy.

Huehue. Diálogos a través del tiempo, es un programa que ha ido de la mano con el Colegio Nacional. En él, especialistas de largo aliento, expertos en diversas áreas del conocimiento, comparten sus experiencias con jóvenes pares. Han participado Alfredo López Austin con Yásnaya Aguilar; Fernando Rodríguez Miaja y Ángela Vázquez González; Pablo Rudomin y Santiago Trujillo; Marta Lamas y Alfa Enríquez; así como Jorge Fons y José Manuel Cravioto. Coordinan Mardonio Carballo, titular de la DGCPIU y Juan Villoro, miembro del Colegio Nacional.

Uno de los programas más importantes y de más antigüedad que tiene la DGCPIU es el Programa de Apoyo a la Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), que este año cumple 30 años de apoyar proyectos culturales comunitarios. En su más reciente edición el PACMyC renovó sus reglas de operación e incrementó el monto de los apoyos económicos.

Este 2019 se han dictaminado las solicitudes de 26 entidades y se han aprobado un total de mil 485 apoyos económicos, de los cuales 871 (58.6%) pertenecen a localidades de alta y muy alta marginación en el país.

Otro de los programas que se impulsan desde la Dirección General de Culturas Populares es Las Semillas que nos dieron Patria, el cual ha colaborado en distintos encuentros alimentarios y de promoción de nuestra cocina mexicana, entre ellos la Feria del Maíz en Calcahualco, Veracruz y la reunión con las Guardianas de la tierra del Maíz, en Tlaxcala. Destaca también la organización del Primer Festival de Cultura Alimentaria. El cacao, que reunió a 47 productores y transformadores de esta semilla en el Museo Nacional de Culturas Populares. Así como la edición del recetario digital De tristezas y otras melancolías y la convocatoria infantil de relatos y dibujos Cuéntame una de cacao. Historias de chocolate.

Como otra de las líneas de acción que tiene que ver con la protección y la defensa de los derechos colectivos, así como el resguardo de las prácticas culturales de nuestras comunidades y creadores mexicanos, la DGCPIU realizó los foros: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México, en colaboración con la ENAH; y el Foro La salvaguardia. Una mirada al Patrimonio Cultural Inmaterial desde los Pueblos Indígenas.

Único en su tipo por mostrar los múltiples rostros de las expresiones de la cultura popular, el Museo Nacional de Culturas Populares, que depende de la DGCPIU, inauguró este año 11 exposiciones que dieron a conocer el genio de creadores mexicanos y prácticas culturales que van desde el campo, pasando por la costa, la sierra y la ciudad.

Se han expuesto El maíz. Elemento de nuestra identidad; Ruja. Afromexicanos de la Costa Chica; Canto de Ruja para Atzatzilistli, Baltazar Castellano Melo, Cuajinicuilapa; Son de artesa. Una historia de voces Proyección documental "Costa Chica"; Taller de Gráfica Cimarrón; y Entre ríos y montaña.

Además de la muestra Toledo ve, la cual continúa hasta el día de hoy; Ra’a yachi kanú El señor jícara grande, Olegario Pascual; Kiff Slemmons, Joyería de Papel con taller de Papel de Etla, Oaxaca; Trompos muñecas y papalotes. Juegos y juguetes tradicionales de México; y Caballo de vapor. 120 años de Carlos Chávez.

Las exposiciones y la programación de este recinto museístico se ha extendido a talleres de artes plásticas, música, baile, proyección de películas y documentales, así como colaboraciones en las que se resaltan las aportaciones de las culturas populares en las artes de nuestro país. Por lo que, hasta hoy 297, 008 personas han asistido al Museo Nacional de Culturas Populares.

Son de esperanza, pieza colectiva dedicada a Veracruz, se estrenará en el XXIII Festival Afrocaribeño

Son de esperanza, pieza colectiva dedicada a Veracruz, se estrenará en el XXIII Festival Afrocaribeño

  • 28 músicos en escena interpretarán esta obra orquestada en la que se destaca el son jarocho y cubano, danzón y otros sonidos
  • Forma parte de la iniciativa Tekio musical por la vida y la esperanza, en la que músicos buscan contagiar esperanza y contrarrestar el discurso de violencia
  • La cita es el domingo 20 de octubre, a las 20:00 horas, en la Plaza Principal de Xalapa

Festival Afrocaribeño 2019En el marco del XXIII Festival Afrocaribeño que se lleva a cabo en varias ciudades de Veracruz, 28 músicos subirán al escenario la noche del domingo 20 de octubre, en la plaza principal de Xalapa, para presentar la composición colectiva Son de Esperanza, una obra dedicada al pueblo de Veracruz, que hace honor a los sones jarocho y cubano, el danzón y otras sonoridades tradicionales surgidas en esta entidad.

Esta pieza fue concebida hace más de dos décadas, comentó en entrevista Ramón Gutiérrez Hernández, requintista de la agrupación Son de madera y compositor de la misma, sin embargo, manifestó que hasta apenas hace unos meses los músicos la conocieron y comenzaron a ensayar haciendo sus aportaciones a la pieza.

A manera de tequio sonoro, instrumentistas de la jarana, requinto, cajón, pandero, contrabajo, arpa, bajo, viola, violín, violonchelo, sax, trombón, trompeta, voces en solitario, coros y bailadoras, dan vida a esta obra orquestada dividida en tres partes.

Gutiérrez Hernández comentó que esta pieza es una recreación de la música tradicional, con la intervención de intérpretes de música, canto y baile de amplia trayectoria, así como de quienes tienen algunos años abriéndose camino en la música tradicional.

“Uno tiene el compromiso de transmitir a otras generaciones, de hacer música para la tierra, que parte del amor por Veracruz, por su gente, su paisaje y su herencia musical, que he cultivado toda mi vida”, dijo el músico. Apostó porque sea en estos tiempos donde se compongan obras tan emblemáticas como el Huapango de Moncayo.

Esta pieza, además de hablar de la grandeza de Veracruz, está dedicada a los migrantes y las mujeres que los auxilian con alimentos durante su paso por la entidad, a los desaparecidos y todos aquellos que todos los días luchan por enaltecer recuperar la esperanza y la paz con la solidaridad de su gente.

Formas poéticas provenientes de la literatura y versos de diversos autores veracruzanos fueron seleccionados para la creación de esta pieza que será recitada en ensamble con las armonías, ritmos y zapateados y, de la que el requintista veracruzano espera el público adopte y también cante de manera colectiva.

Los músicos que colaboran en ella son: Ramon Gutiérrez, Helio Martin, Edwin Bandala, Diego Castillo, Tereso Vega, Oscar Terán, Dany Cruz, Patricio Hidalgo, Fany Delgado, Osiris Caballero, Lucia Gutiérrez, Santiago Gutiérrez, Valentina Marentes, Paco Riveros, Natalia Gutiérrez, Nicolás Gurria, Raquel Paraíso, Camil Messeguer, Alejandro Ramírez, Xhiunel Valdivia, José Luis, José González, Connan Contreras, Héctor Villa, Cesar Arrollo, Anahí y Donají Esparza; además del director de orquesta José Gurría

Este proyecto forma parte del Tekio musical por la vida y la esperanza que impulsa la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, con el objetivo de que nuestros músicos contagien esperanza para combatir el discurso de violencia y muerte que muchas veces prevalece en las canciones en la actualidad.

El primer esfuerzo del Tekio musical comenzó con la interpretación de la pieza multilingue Xochipitzáhuatl, por parte de la Orquesta Sinfónica Nacional, Adriana Cao, Leo Soquí, Horacio Franco, María Reyna, Rosalía Jiménez, Natalia Cruz, Patricio Hidalgo y un coro comunitario del Sistema Nacional de Fomento Musical, el 1 de diciembre de 2018 en el zócalo de la Ciudad de México.

A partir de este miércoles 16 de octubre hasta el domingo 20, el programa del XXIII Festival Afrocaribeño dedicará sus actividades a la conmemoración de los 500 años de la conformación de Veracruz y la Habana, así como el inicio de las relaciones de nuestro país con el Caribe.

Con este festival se refrenda el objetivo de investigar, promover y difundir las manifestaciones culturales veracruzanas relacionadas con nuestra herencia afromestiza.

Alfredo Vilchis Roque narra con exvotos sus crónicas del barrio

Alfredo Vilchis Roque narra con exvotos sus crónicas del barrio 

  • La exposición integra más de 120 piezas, que se exponen en las Galerías 3 y 4 del Museo Nacional de Culturas Populares
  • Con la muestra Crónicas del barrio, exvotos mexicanos contemporáneos, el artista, conocido como el “pintor de barrio”, invita a explorar su propuesta pictórica
  • La inauguración se llevará a cabo el 19 de octubre, a las 12:00 horas

Exvotos Alfredo VilchisCon más de 30 años pintando exvotos, Alfredo Vilchis Roque expresó, en entrevista, que el exvoto es una historia necesaria por contar y conocer. “Es una expresión que no debemos perder. Creo que es importante dar a conocer los sentimientos de las personas y así mantener la tradición de este arte popular pictórico”.

La Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, a través del Museo Nacional de Culturas Populares, presenta Crónicas del barrio, exvotos mexicanos contemporáneos, un recorrido por la obra de Alfredo Vilchis Roque, quien en su propuesta artística recrea las prácticas populares de los mexicanos, empleando como herramienta el exvoto.

Vilchis Roque comentó sobre esta exposición: “Me mantiene vigente en estos caminos del arte que son muy difíciles de recorrer”. El artista, oriundo de la Ciudad de México, también es conocido como el “pintor de barrio” -sobrenombre que le dieron en el mercado de La Lagunilla, lugar que le abrió los brazos para exponer y vender sus piezas cada domingo-.

En Crónicas del barrio, Alfredo Vilchis invita al espectador a conocer su trayectoria a través de 120 pinturas, que se exhiben en las Galerías 3 y 4 de este museo, a partir del próximo 19 de octubre y hasta el 9 de febrero del año 2020.

Artista autodidacta, Vilchis Roque inició sus primeros trabajos pictóricos por necesidad económica. Al no contar con un trabajo estable y suficientes estudios académicos, se refugió en aquello que siempre supo hacer: dibujar. Sus primeras piezas fueron paisajes en miniatura y personajes de la ciudad sobre trozos de madera o soportes de cartón.

Un día descubrió en un mercado un pequeño retablo y quedó cautivado. “Cuando me encontré con el retablo ya no lo solté o el retablo no me soltó a mí”. Desde entonces, Alfredo Vilchis se decantó por la pintura votiva.

Esta motivación artística lo ha llevado a dedicar parte de su tiempo a estudiar e investigar en iglesias, libros, periódicos y revistas. En su camino se encontró con la obra de Frida Kahlo y Diego Rivera, grandes maestros de la plástica mexicana que le han servido de inspiración.

El pintor también recuerda que fue precisamente en el barrio La Lagunilla donde conoció a Carlos Monsiváis, quien le dijo que en sus retablos describía el sentir del barrio. “Siempre que pasaba por La Lagunilla veía mis exvotos. Le llamaban mucho la atención los de la lucha libre. Me decía que mis retablos eran historias de la ciudad, que yo era un cronista de mi tiempo”.

En ese sentido, Vilchis Roque reconoce que, para reflejar la realidad del entorno cotidiano, sus exvotos se basan en las historias que la gente le cuenta. “Me piden que les haga un exvoto del santo de su devoción. Me tienen confianza y eso me motiva a seguir adelante y continuar plasmando mis historias, que me salen del alma, pero que pinto con el corazón”.

Fue también en La Lagunilla donde conoció al autor francés Jean-Marie Gustave Le Clezio. Tras diversas visitas a su taller conocido como el Rincón de los Milagros, el escritor lo invitó a exponer su obra en el Museo del Louvre, en París, Francia, con la muestra titulada “El museo del mundo”.

Los retablos de Vilchis también han sido exhibidos en museos de Alemania y Estados Unidos. Asimismo, las cineastas Luciana Kaplán y Andrea Álvarez realizaron en el año 2004 el documental -nominado al Ariel por mejor ópera prima documental- Milagros concedidos, sobre la obra plástica del pintor.

En ese entonces, Kaplán comentó que cuando conoció el trabajo de Vilchis, lo que más le atrajo fue su capacidad de pintar temas modernos en una tradición tan antigua como los exvotos.

En Crónicas del barrio, exvotos mexicanos contemporáneos, el artista propone al espectador un viaje a través de sus trazos y pinceladas, llenos de religiosidad, humorismo y sátira. Aborda temas relacionados con la problemática de los campesinos y migrantes; noticias como el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York; espectáculos y deportes, entre ellos la lucha libre, la tauromaquia y el futbol; y hasta sucesos curiosos, por ejemplo, en un exvoto un luchador enmascarado le da gracias a San Juditas Tadeo por conservar el secreto de su amor clandestino.

Como parte de la muestra, el público también podrá conocer algunas figuras religiosas que han inspirado al “pintor del barrio”, entre ellas Jesucristo, la Virgen de Guadalupe y el Niño Pa. Asimismo, participan en esta exposición los tres hijos del pintor: Daniel, Luis y Hugo Vilchis, quienes, a decir de su padre, “continúan, desde su estilo y punto de vista muy particular, la tradición pictórica familiar”.

Alfredo Vilchis Roque afirmó: “Mientras Dios me permita pintar exvotos, seguiré expresando este sentimiento que me llena de orgullo como mexicano, como creador de este arte popular pictórico”.

La muestra Crónicas del barrio, exvotos mexicanos contemporáneos, se inaugura el sábado 19 de octubre, a las 12:00 horas, en las Galerías 3 y 4 del Museo Nacional de Culturas Populares (Av. Hidalgo 289, col. Del Carmen, Alc. Coyoacán, Ciudad de México. Permanecerá hasta el 9 de febrero de 2020. Horario: de martes a jueves de 10:00 a 18:00 horas y de viernes a domingo de 10:00 a 20:00 horas. El domingo es entrada libre.

Ganadores del 43 Premio Nacional de la Cerámica

Cautivan con historias en barro los ganadores del 43 Premio Nacional de la Cerámica

  • Tres artesanos jóvenes y cuatro de trayectoria plasman el amor, pasión, creatividad y genialidad en la práctica de esta centenaria rama artesanal
  •  Costumbres, tradiciones, fiestas y diversas prácticas culturales de la comunidad son recreadas en piezas moldeadas a mano

Premiada cerámica 2019En San Agustín Oapan, Guerrero, zona nahua del Alto Balsas, sus artesanos se distinguen por trabajar la arcilla blanca y decorados con engobes de tierras naturales. Desde la época prehispánica es región de los tlacuilos, es decir, los que escriben pintando. Esta compleja técnica de decoración en barro cuenta las historias de la comunidad.

Una de estas escenas cotidianas fue plasmada por la joven Verónica Martínez Parra, ganadora del 43 Premio Nacional de la Cerámica en la categoría Cerámica tradicional con su pieza “Jarrón con asas”. Este recipiente utilitario no sólo vincula el agua y la tierra, sino que su decoración tiene que ver con la siembra, el oficio artesanal y el rescate de la imagen de las aves del lugar.

Del mismo San Agustín Oapan, Venancio Dionicio Andrés, artesano nahua de 75 años de edad y trayectoria de largo aliento como alfarero, modeló a mano la pieza “Compra de mercado”, ganadora en la categoría Figura en arcilla. En ella, una pareja de vendedoras va con sus aves y frutos a este punto de encuentro de los habitantes del pueblo. Ambas figuras destacan por su destreza técnica y decoración alusiva a la naturaleza y fiestas del lugar.

Con el título “Qué molazo”, Germán Vázquez Montoya fue el triunfador en el rubro de Alfarería sin plomo. El autor proviene de una familia que por generaciones se ha dedicado a la cerámica utilitaria. Su obra es una gran olla para mole decorada al interior con grecas, flores, mariposas y los soles característicos de Metepec. Es un llamado a la convivencia social y con aquel dicho popular que reza: “sin mole no hay fiesta”.

Paisano de Vázquez Montoya, es el ganador de la categoría en Cerámica Navideña, Rodolfo Sánchez Fierro, con su obra Nacimiento en roca. Esta pieza se distingue por su barro color negro, adquirido gracias la técnica de reducción de leña, además de que cada una de las figuras que conforman la flora, fauna y los personajes del belen tradicional fueron realizados con extraordinario detalle.

De Ixtapan de la Sal, el joven José Antonio Ayala creó la Escultura en cerámica titulada “Duelo de la infancia”, en ella un joven desnudo carga con un demonio en su espalda. El autor quiso hacer alusión a los complejos, tabús sexuales y las herencias familiares que todo ser humano trae a cuestas y se cuestiona durante la etapa de la adolescencia.

Fernando Peguero García, ganador en la categoría Cerámica contemporánea, proveniente de una familia de alfareros zapotecos, decidió combinar sus conocimientos cultivados en la academia con el oficio tradicional aprendido de sus padres, en la elaboración de un frutero modelado a mano, con un calado que logró de forma magistral y decorado con óxido y esmalte.

Maestro de su oficio en la Cerámica en miniatura, el guanajuatense Abel Ávalos Guerrero repitió como ganador este año con su pieza “Inspiración del corazón”. En una obra de no más de 7 centímetros de alto por 11 de ancho, el artesano mostró la fiesta en el pueblo con la representación de la iglesia de Dolores Hidalgo y la celebración de tradiciones y prácticas culturales como el ritual de los voladores.

Estandartes festivos del Istmo oaxaqueño

Exhiben estandartes festivos del Istmo oaxaqueño en el Museo Nacional de Culturas Populares

  • La exposición Banda’saa. La imagen de la fiesta muestra estandartes de la región del Istmo, donde poseen un alto valor devocional o simbólico para sus habitantes
  • Se compone por 12 piezas de mediano y gran formato, realizadas por pintores populares y algunos anónimos, durante los siglos XX y XXI
  • La apertura se llevará a cabo el 19 de octubre, a las 12:00 horas, en la sala Cristina Payán

Estandartes IstmoLa región oaxaqueña del Istmo es escenario de las fiestas denominadas “Velas”, que se celebran durante todo el año. Las más importantes ocurren en el mes de mayo, periodo que coincide con el inicio del ciclo agrícola y la llegada de las primeras lluvias.

Son festividades zapotecas de origen prehispánico que fueron resignificadas con la llegada del catolicismo y actualmente se realizan en honor a los santos patronos de oficios, familias, comunidades o regiones. Los estandartes son piezas fundamentales en los protocolos previos a la misa principal de la celebración o “Vela”.

Con el objetivo de mostrar no sólo la creatividad artística plasmada en estas piezas, sino también la expresión cultural de esta región de Oaxaca, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, a través del Museo Nacional de Culturas Populares, presenta la exposición Banda’saa. La imagen de la fiesta. Estandartes de la región del Istmo.

La colección que conforma esta exposición es única en su género, ya que los estandartes son objetos de alto valor devocional y simbólico; las personas o familias suelen conservarlos en su hogar por ser testimonios de su ofrenda y participación en las fiestas.

Algunas de estas piezas, exhibidas en la Sala Cristina Payán de este recinto museístico, fueron realizadas por pintores populares anónimos y otras por reconocidos maestros como Cándido Carrasco, Pedro Pedrada o Mariano Toledo, hacia el último tercio del siglo XX e inicios del XXI.

En las imágenes de estos objetos, además de la Virgen, se pueden observar santos relacionados con gremios como san Pedro Cantarito, patrono de los alfareros, o la Santa Cruz de los pescadores. Los estandartes son un ofrecimiento de los mayordomos a su patrono, parroquia o capilla, en agradecimiento por los bienes y favores recibidos durante el año o por una promesa determinada.

Estos lienzos forman parte de las procesiones anteriores a la misa principal de la “Vela”. El primer día de fiesta, durante la “Calenda”, los mayordomos portan los estandartes en el trayecto desde su casa hacia la iglesia. En esta caminata -acompañada de bandas de música- se invita a los habitantes de la comunidad a formar parte de la celebración.

Al segundo día, los estandartes abanderan el desfile de carretas, carros alegóricos y cabalgatas, conocido como “Regada de frutas”, encabezado por los mayordomos, la reina de la fiesta con su corte de honor, capitanas y capitanes. Este recorrido a través de las calles principales tiene como finalidad depositar en el templo correspondiente las velas y ofendas que serán utilizadas en la misa del santo festejado al tercer día. En esta procesión las reinas y su corte van “regando” o entregando regalos, frutas y enseres domésticos a la población.

La muestra Banda’saa. La imagen de la fiesta. Estandartes de la región del Istmo se presenta a partir del 19 de octubre en la sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares (Av. Hidalgo 289, col. Del Carmen, Alc. Coyoacán, Ciudad de México). Horario: de martes a jueves de 10:00 a 18:00 horas y de viernes a domingo de 10:00 a 20:00 horas. El domingo la entrada es libre.

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