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La poesía en lengua purépecha toma el metro capitalino y llena de color los muros de Morelia

MURAL EN PROCESO MORELIAUsuarios de la red del Metro de la Ciudad de México recibirán una cartografía poética en purépecha y en español con una obra de la poeta Rubí Huerta

El artista visual tlaxcalteca Israel Guerra “Spaik” será el autor de una intervención plástica y poética en la Plaza de la Paz de Morelia

Este jueves 21 de marzo las lenguas indígenas nuevamente recorrerán con poesía los vagones de la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México y tornarán de colores y versos la Plaza de la Paz en Morelia, Michoacán.

La Secretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, impulsa la campaña permanente “No hay lengua sin pueblos”, que celebra el Año Internacional de las Lenguas Indígenas con diversas actividades que reconocen la vitalidad de las lenguas originarias de nuestro país.

“Los abuelos resguardaron nuestra lengua. Decidieron no hablarnos más en purépecha. Pero la lengua no sólo es palabra. Quedó atrapada en los caminos que recorren la sierra”, versa un fragmento del poema “Brota la lengua” de Rubí Huerta. A manera de cartografía poética, los usuarios del Metro de la capital recibirán a primera hora de la mañana esta obra en lengua purépecha y en español. El mes pasado fue la poesía del bardo en lengua mè’phàà, Hubert Matiúwàa.

Rubí Huerta es historiadora por la Universidad de Guadalajara. Michoacana de nacimiento y originaria de la comunidad Santo Tomás. De la cultura de su pueblo, su pasado y su presente, se inspira para crear versos; su poesía en lengua purépecha enaltece y muestra la noche, el cosmos, el amor y la naturaleza de este pueblo.

La cartografía poética surge de la iniciativa de intervención plástica, en la cual distintas fachadas del país, ya sean municipios o ciudades, se irán llenando de color para ilustrar el universo cultural que rodea a nuestras lenguas indígenas y su poesía.

La inauguración de este segundo proyecto mural se llevará a cabo el jueves 21 de marzo, a las 18:00 horas, en la Plaza de la Paz, ubicada en el centro histórico de la ciudad de Morelia, en Michoacán. El artista encargado de darle vida a esta fachada con el poema “Brota la lengua” de Rubí Huerta, es Israel Guerra “Spaik”.

“Spaik” nació en Tlaxcala, pero estudió cine en el Instituto de Investigaciones Cinematográficas y Humanísticas, en Morelia, Michoacán. Ha desarrollado su trabajo, tanto en México como alrededor de Latinoamérica. Su estilo se caracteriza por la creación de animales ligados a las tradiciones espirituales mexicanas, con un manejo explosivo del color y el uso de geometrías y texturas variadas.

De acuerdo con el Catálogo de Lenguas Indígenas del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) de 2008, en México la lengua purépecha se habla en los estados de Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Guerrero y el Estado de México. Tiene cuatro variantes lingüísticas y cuenta con más de 140 mil hablantes.

MAB

Día del Artesano. De oficio, tejedor en telar de cintura: Pedro Martín

PEDRO MARTÍN“Como joven artesano me considero un artista del hilo, la aguja, la urdimbre y la trama”, afirma el tejedor y bordador de Cuetzalan, Puebla

Este 19 de marzo se festeja a los artífices que dedican su tiempo a crear objetos llenos de color, belleza e imaginación

“Para mí ser artesano tejedor es un orgullo. Cuando empecé en este oficio mi comunidad lo veía mal, algunos me descalificaban verbalmente porque no era común que un hombre bordara, prevalecía el machismo. Con el tiempo esta idea ha ido cambiando, hoy se aprecia más la parte artística y se han dado cuenta que de esta labor se puede vivir”, comentó en entrevista Pedro Martín Concepción, artesano oriundo del municipio de Cuetzalan del Progreso, ubicado en el estado de Puebla.

Pedro, junto con cerca de doce millones de hombres y mujeres en nuestro país, forma parte de los artífices que dedican su tiempo a crear, a veces desde cero y manualmente, objetos llenos de color, belleza e imaginación a partir de una amplia diversidad de técnicas y materias primas: “Como joven artesano me considero un artista del hilo, la aguja, la urdimbre y la trama”, afirma el tejedor.

Cada 19 de marzo, el quehacer de artesanos de textiles, madera, cerámica y fibras vegetales, entre otras milenarias ramas artesanales, serán recordadas como parte del Día del Artesano, fecha que coincide con la celebración católica a San José, de oficio carpintero.

Heredero de las tradiciones y costumbres del pueblo indígena nahua de la localidad de Cuauhtamazaco, Martín Concepción es destacado tejedor de la ancestral técnica en telar de cintura, e impulsor del Taller Mazatzin, espacio que se ha convertido en una historia de éxito en la comunidad.

A decir del artesano, este taller es un espacio digno de trabajo, con salarios justos y un servicio de calidad. Los visitantes se sorprenden de que exista un proyecto como éste en una comunidad que no rebasa los dos mil habitantes. “Ofrecemos un servicio, no pedimos que nos regalen. En nuestras creaciones está plasmada nuestra cultura y legado, lleva estampada nuestra historia a través de una iconografía viva.

“Al principio pensé hacerme de un cuartito para tejer con un espacio para dormir. Ahora tenemos una casa, con una recepción; una sección donde se puede ver todo el proceso de elaboración artesanal; una tienda donde se exhibe el producto terminado; un área donde damos pláticas sobre el taller, la labor artesanal y el significado de la indumentaria en Cuetzalan; y finalmente, una cocina donde compartimos alimentos orgánicos que se cosechan aquí, y animales de cría en el traspatio”.

A Mazatzin lo conforman al menos una treintena de artesanos y funciona en equipo con un sistema único que han denominado SOL: sólido, organizado y limpio. El taller está dividido en áreas de corte y confección, tejido y bordado, ventas, administración, y la parte creativa, donde Martín Concepción se encuentra a cargo.

“Vemos este trabajo como un oficio digno en el que tenemos que ir más allá de las expectativas. Algunas personas de la comunidad nos ven como “la gente rica”, pero no es más que el resultado de trabajo duro, de luchar por un sueño. Queremos que todos vean que sí se pueden lograr grandes cosas”.

A pesar de que las creaciones de este taller y del propio Pedro Martín han traspasado las fronteras de México, el tejedor del universo náhuatl confiesa que en nuestro país prevalece la discriminación: “Los propios mexicanos no valoran el trabajo artesanal, siempre están regateando el producto. A veces los extranjeros son quienes más lo aprecian”.

Por otro lado, invitó a que sus colegas se revaloren como artesanos y a su oficio. “Nosotros tenemos que dignificarnos, valorarnos y hacer un producto de calidad. En este tiempo nos tenemos que arriesgar, innovar, los clientes así lo piden; pero al mismo tiempo hacer que la historia de nuestros antiguos no se pierda, que siga teniendo raíz para que prevalezca por más tiempo”, apuntó el artesano.

Los textiles son una de las ramas artesanales que más se practican a lo largo del territorio nacional. Las técnicas tradicionales son el milenario telar de cintura indígena, el telar colonial, que llegó con la Conquista Española, el bordado y el deshilado. En el caso de la comunidad nahua de Cuetzalan, el tejido y bordado se enriquecen con su iconografía inspirada en la naturaleza, la flora, la fauna del lugar y algunos elementos del universo y su cosmovisión.

MAB

La iniciativa “Las lenguas toman la tribuna” amplía su presencia en la Cámara de Diputados

YasnayaElenaAguilarAdemás de los martes, hablantes el lengua indígena se pronunciarán en el recinto parlamentario los jueves

El zapoteco Víctor Cata habló este 12 de marzo sobre el desplazamiento de su lengua frente al español

La palabra de los pueblos indígenas de México resonará más veces y con mayor fuerza gracias a un nuevo acuerdo entre la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados y la Secretaría de Cultura federal. La iniciativa “Las lenguas toman la tribuna” ampliará a los jueves -además de los martes- la participación de los hablantes en lengua indígena en el inicio de las sesiones ordinarias de este recinto parlamentario.

Este proyecto forma parte de las actividades celebratorias por el Año Internacional de las Lenguas Indígenas y de la campaña permanente a nivel nacional “No hay lengua sin pueblos”.

Desde su arranque, el 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna, los legisladores han escuchado las participaciones de la abogada náhuatl Magdalena Flores de la Cruz, la lingüista y activista oaxaqueña Yásnaya Aguilar y el poeta y comunicador totonaco Manuel Espinosa Sainos.

El encargado de abrir la sesión de este martes 12 de marzo fue el historiador y lingüista Víctor Cata, quien recordó cuando en su infancia uno de sus tíos les prohibió a él y a los niños de su casa hablar el idioma materno: el zapoteco, porque no servía para nada. “Apréndanse el español y podrán caminar por el mundo sin renquear”, les dijo.

El lingüista proveniente del municipio de Juchitán, en Oaxaca, egresado de la carrera de Historia de la UNAM y maestro en Lingüística por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) se refirió a las políticas de desplazamiento de las lenguas indígenas frente al español.

El zapoteco lo usé con toda libertad detrás de la casa y en los callejones con los vecinos; también cuando visitaba a mi abuela materna que vivía al sur, detrás del río. Ella no hablaba español y además no tenía parientes que estuvieran sublimados por este idioma”, refirió el también traductor en tribuna.

Agregó que estas políticas lingüísticas confrontadas lo orillaron a dudar entre hablar y no hablar el diidxazá, en español “el idioma de las nubes”. “En este suspenso me volví bilingüe y literalmente me partí en dos. La impronta de aquellos días me señala hasta la fecha qué idioma usar con mis parientes. Con los Vásquez uso el español y con los Castillejos el zapoteco”.

La labor de Víctor Cata también contempla la traducción de fragmentos de las obras de Esopo, Juan Rulfo, León Tolstói, Miguel de Cervantes y diversos autores de la literatura mexicana contemporánea. Es, además, autor del libro de cuentos en zapoteco Nácasinu diidxa’ (Solo somos memoria).

Fue acreedor a la Medalla Andrés Henestrosa por la defensa de la lengua y la cultura zapoteca. Y colaborador con la doctora Gabriela Pérez Báez en la documentación del zapoteco en el Instituto Smithsoniano, en Washington, Estados Unidos.

MAB

Con talleres de máscaras y grabado se abordará la cultura afrodescendiente, nuestra tercera raíz

Taller Grabado MerequetengueA partir de este 15 y 16 de marzo, a las 11:00 horas, en el Museo Nacional de Culturas Populares

El domingo 16, a las 15:00 horas, la música de danzón se escuchará también en los patios de este recinto museístico

La Secretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas invita a los talleres de reflexión sobre el legado de nuestra tercera raíz: el pueblo negro mexicano, en el marco del programa de exposiciones “Merequetengue. El color de la Costa Chica” en el Museo Nacional de Culturas Populares.

Durante este fin de semana y lo que resta de la segunda quincena del mes de marzo en el Patio Quinta Margarita el público en general podrá disfrutar de forma gratuita talleres de máscaras y grabado.

La intención de los talleres, dirigidos al público en general, es ahondar en las prácticas sociales y culturales del pueblo afrodescendiente, su presencia demográfica, historia y aportaciones, heredados de la cultura africana, cuyos primeros pobladores llegaron a México en calidad de esclavos después de la Conquista Española.

Asimismo, se hará énfasis y reflexionará sobre algunas problemáticas que sigue padeciendo el pueblo negro mexicano tras siglos de historia, como es el caso de factores como la pobreza, la exclusión y las diferentes formas de discriminación en distintos ámbitos de su vida.

El sábado 15 y domingo 16 de marzo, a partir de las 11:00 horas, se impartirá el Taller de Máscaras en el marco de la exposición “Canto de Ruja para Atzatzilistli”, que se exhibe en la Sala María Sabina, con obra del artista guerrerense Baltazar Castellano Melo, originario de la comunidad de Cuajinicuilapa, una de las poblaciones con el mayor número de población negra de nuestro país.

Al igual que la colorida obra de Castellano Melo, donde se representan las tradiciones y danza de la comunidad afrodescendiente de la Costa Chica, en este taller se podrán elaborar estas máscaras, protagonistas de las creaciones del joven artista.

Los siguientes fines de semana, sábado 23 y 30, así como el domingo 24 de marzo, a partir de las 11:00 horas, se impartirá el taller “Imágenes para no olvidar. Taller de grabado”. En él, los participantes reproducirán imágenes a través de procesos creativos impulsados el Centro Cultural Cimarrón, retomando la iconografía de las costumbres, tradiciones, personajes y la vida cotidiana de la comunidad de El Ciruelo, en Pinotepa Nacional, en Oaxaca.

Este taller se deriva de la muestra “Gráfica Cimarrón”, expuesta en la Sala Cristina Payán, en la que 50 autores pertenecientes a esta comunidad oaxaqueña reafirman su orgullo, identidad y lucha en favor del reconocimiento del pueblo afromestizo.

Finalmente, a partir de las 15: 00 horas, la música de danzón, cuyo origen en la rítmica e instrumentos se remonta a Cuba y a la influencia de los descendientes africanos de la isla, invadirá los patios de este recinto museístico ubicado en el corazón de Coyoacán.

El programa de exposiciones “Merequetengue. El color de la Costa Chica” está integrado por las muestras “Ruja. Afromexicanos de la Costa Chica” en la Sala Guillermo Bonfil Batalla, donde en más de 80 fotografías en blanco y negro de Maya Goded y Alberto Ibáñez, dos artistas retratan la vida cotidiana en diversas comunidades afromestizas de la Costa Chica.

En la Sala Cristina Payán la exposición “Gráfica Cimarrón” muestra una selección de estampas producidas en el Centro Cultural Cimarrón, cuyos autores son los habitantes de diversas comunidades de Oaxaca, simbolizando el esfuerzo colectivo por afirmar la identidad afrodescendiente a través del arte.

“Canto de Ruja para Atzatzilistli” se exhibe en la Sala María Sabina con obra de Baltazar Castellano Melo, quien a través de distintos objetos intervenidos como máscaras de diablos y los tradicionales instrumentos musicales: arcuzas y charrascas, representa dos de las principales raíces culturales de Guerrero: la “danza de los diablos” y el culto a Atzatzilistli, “el llamado de la lluvia”.

En las Galerías 3 y 4 se presenta la proyección del documental Son de Artesa, (2006-2008), dirigido y producido por la antropóloga y cineasta Sandra Luz López Barroso, en el que nos acerca a la figura de doña Catalina Noyola Bruno, una de las leyendas del son de artesa de la Costa Chica.

El Museo Nacional de Culturas Populares se ubica en Av. Hidalgo No. 289, col. Del Carmen, Alc. Coyoacán, Ciudad de México.

MAB

Las mujeres indígenas toman la tribuna

Las mujeres indígenas toman la tribuna

  • Magdalena Flores de la Cruz y Yásnaya Aguilar Gil, las primeras mujeres en pronunciarse en lengua indígena en la Cámara de Diputados, como parte de la iniciativa “Las lenguas toman la tribuna”
  • Ambas destacan en ámbitos como el de la salvaguardia y fortalecimiento de la lengua materna, la justicia y los derechos de los pueblos indígenas

En el marco el Día Internacional de la Mujer, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura reconoce las aportaciones de dos mujeres indígenas que, en fechas recientes, han marcado un hito en la historia del país, al pronunciar un discurso en lengua materna en la Cámara de Diputados, como parte de la iniciativa “Las lenguas toman la tribuna”.

Magdalena Flores de la Cruz, abogada originaria del municipio de Huautla, en el estado de Hidalgo, abrió la sesión ordinaria en uno de los máximos recintos parlamentarios de México, con un discurso en lengua náhuatl, el pasado 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna.

Una semana después, la lingüista y activista de Ayutla Mixe, Oaxaca, Yásnaya Aguilar Gil, se pronunció en lengua ayuujk. Ella abordó el tema de la lengua y su relación con los derechos humanos en México.

Flores de la Cruz es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, intérprete, traductora y docente, hablante de la lengua náhuatl. Ha destacado por su trabajo en el ámbito de la procuración de la justicia, como perito intérprete en lengua náhuatl en tribunales del Estado de México y traductora en el campo jurídico y de salud.

Orgullosa porque en su comunidad se preserva el náhuatl, Magdalena Flores habló de su incursión en la defensa de los derechos indígenas. “La carrera de Derecho no la elegí propiamente yo (ríe), la escogió mi comunidad. Desde pequeña había visto y vivido las necesidades de mis hermanos indígenas de varias lenguas”.

“Yo ya estaba en la universidad cuando les planteé a mis mayores que me gustaría estudiar Derecho. Uno de mis tíos me decía: ‘¿Cómo? Pero si eso nada más lo estudian los hombres’. En cambio, para mis compañeros del bachillerato era un orgullo haber ingresado a la UNAM. De pronto bromeábamos. Les decía que seguía siendo ‘macehual’ (en español quiere decir ‘gente del pueblo’), y ellos me respondían que no, que ya era ‘xinola’, es decir, ‘señorita de ciudad’”.

Agregó que hoy en día le apasiona ejercer una labor que coadyuve para que los derechos indígenas sean respetados. “Eso es lo que me inspiró para ayudar con la palabra, hago la interpretación y conozco las herramientas del Derecho. Como intérpretes somos puentes de comunicación y, a veces, como abogados podemos influir con la cosmovisión del pueblo indígena del que proviene la persona”.

Respecto a los avances en el tema, la abogada aseguró que se han dado pasos agigantados, sin embargo, luego de 500 años apenas en las últimas décadas se están retomando los derechos de los pueblos indígenas. “Nosotros y el Estado en todos sus niveles debemos seguir preparándonos en esta materia. Queremos que las lenguas indígenas sean promovidas, difundidas y enseñadas con orgullo, ya no con un tinte de discriminación”.

Flores de la Cruz también se ha desempeñado como abogada y gestora social en la Jefatura de Unidad Departamental de Atención a Indígenas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades. Ha sido promotora de lenguas, culturas y derechos de los pueblos indígenas en distintos medios de comunicación, así como invitada a diversos encuentros que versan sobre las lenguas indígenas.

En tanto, Yásnaya Aguilar Gil, especialista en lengua y literaturas hispánicas por la UNAM, ha sobresalido por su labor en proyectos sobre la divulgación de la diversidad lingüística, desarrollo de materiales educativos en lenguas indígenas e iniciativas de documentación y atención en lenguas en riesgo de desaparición.

El trabajo de Aguilar Gil va muy de la mano con su lucha como activista en favor de los derechos del acceso al agua en su comunidad y así lo expresó en el recinto parlamentario:

“No tenemos agua. Hace ya casi dos años, grupos armados nos despojaron del manantial del que hemos tomado agua históricamente y hasta ahora no se ha hecho justicia, aun cuando hemos denunciado y demostrado nuestra razón. Por medio de armas y de balas nos despojaron del manantial, por medio de armas tomaron y callaron la fuente de agua para nosotros. A pesar de que las leyes dicen que el agua es un derecho humano, ya el agua no llega desde hace dos años a nuestras casas y afectan, sobre todo a ancianos y niños.

“Es la tierra, el agua, los árboles los que nutren la existencia de nuestras lenguas. Bajo un ataque constante de nuestro territorio, ¿cómo se revitalizará nuestra lengua? Nuestras lenguas no mueren, las matan. El estado mexicano las ha borrado. El pensamiento único, la cultura única, el estado único, con el agua de su nombre, las borra”, expresó la lingüista frente a los legisladores.

Ambos discursos de estas destacadas mujeres mexicanas, quienes desde sus trincheras han contribuido a la construcción de un país más justo para los pueblos indígenas, son resultado de la iniciativa “Las lenguas toman la tribuna”, una colaboración entre la Secretaría de Cultura federal y la Cámara de Diputados, con motivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas y de la campaña “No hay lengua sin pueblos”.

Cada martes el recinto se convertirá en un espacio abierto a los pueblos indígenas a través de la palabra, hecho que confirma la posibilidad de un país más inclusivo, sin discriminación y de reconocimiento a las lenguas indígenas de nuestro país.

MAB

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