Marta Turok, el arte popular y la figura del artesano en el escenario actual
Como parte del Seminario de Actualización 2018 “Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural”, organizado por la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, la antropóloga Marta Turok Wallace impartió el martes 26 de junio su ponencia “El arte popular en México. Perspectivas cambiantes”.
En esta sesión, la también investigadora abordó el escenario actual en torno a la artesanía popular, la importancia de la materia prima; la figura del artesano, su entorno ambiental y las prácticas y rituales que distinguen y aportan a esta diversidad cultural del país. “Tradición y cambio es una cualidad de la cultura, ésta no es estática”, afirmó.
Asimismo, profundizó respecto a la presencia de la artesanía mexicana en el mercado comercial, las adaptaciones que han hecho múltiples comunidades para captar la atención de los consumidores actuales y la apropiación que han realizado empresas nacionales e internacionales para su beneficio.
Turok Wallace explicó, a manera de diagnóstico, con base en su experiencia y al estudio concienzudo de diversas comunidades del país, los cambios que los distintos grupos indígenas y mestizos del país han realizado, desde su papel de artesanos. Propuso una visión artesanal integral y sustentable, donde medio ambiente, cultura y economía están presentes en el desarrollo de dicha actividad.
La también exdirectora general de Culturas Populares expuso las diferentes personalidades del artesano a lo largo del tiempo, a quien se le vincula dentro de un oficio aprendido desde el seno materno o el que adquiere su conocimiento en talleres o escuelas dentro de una formación académica.
Aunque también argumentó, “hay otra tendencia: la de artesanos por vocación. El surgimiento de un nuevo grupo de productores varones originarios de la misma comunidad, principalmente en textil, quienes están rompiendo estereotipos entrando al campo del telar de cintura, antes exclusivo para las mujeres”.
Comentó asimismo el surgimiento de una economía creativa, donde el campo del diseño y la artesanía popular convergen para crear productos atractivos a un mercado en el cual el artesano amplía sus posibilidades de sustento. Esto, debido a la crisis derivada de una brecha generacional cada vez más amplia: los jóvenes optan por dedicarse a otra actividad, “no se está logrando que el ser artesano signifique ‘ser alguien en la vida’. No se valora la artesanía, se regatea”, expuso la antropóloga.
Sin embargo, Turok enfatizó que muchas comunidades se han adaptado al cambio del paradigma de la artesanía popular, hay quienes conservan la carga ritual e identitaria con algunas transformaciones en la diversidad de creaciones de arte popular -plasmadas en objetos, indumentaria e incluso gastronomía- y hay también comunidades que han empleado sus habilidades para abrirse a un mercado comercial a partir de objetos ornamentales y decorativos, lo que ha propiciado un campo de creatividad increíble.
La también autora del libro El caracol púrpura. Una tradición milenaria en Oaxaca, dijo que, aunque se han hecho cambios para conservar y fortalecer la artesanía de los pueblos originarios y mestizos, también hay técnicas y saberes artesanales que están en riesgo, como el rebozo de telar de pedal o porque hay escasez de la materia prima.
Finalmente, Marta Turok aseguró que para los artesanos la tradición no está en venta. Ellos son los portadores de conocimientos y técnicas aplicadas a un arte popular, desde épocas ancestrales, que ha sufrido múltiples transformaciones y ha sido recreado para convertirse en una nueva tradición.
MAB