Juan Reynoso, el violín más dulce y vigoroso de la música calentana
· Recibió la condecoración como Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1997; su repertorio reunió dos siglos de música tradicional calentana
Aparentemente, Juan había nacido despojado de casi todo, pero no: nació con el don de la música. Juan Reynoso Portillo vio la luz el día de San Juan, un 24 de junio de 1912, en Santo Domingo, Coyuca de Catalán, Guerrero, en la cuna de una familia humilde, bajo la sombra de los framboyanes y al compás de sones, gustos, valses, marchas, fox trot y pasos dobles, géneros tradicionales de la región del Río Balsas. Tocó música tradicional calentana hasta el día de su muerte, el 18 de enero de 2007, en Michoacán.
De acuerdo con publicaciones como Homenaje a Juan Reynoso (Dos Tradiciones; septiembre, 2004), a la edad de seis años tocaba Paloma Blanca y La Cucaracha con un violín de juguete, a escondidas de su familia, creyendo que nadie lo oía. Pero la gente al escucharlo le hacía recomendaciones a su papá (Felipe Reynoso Betancour) para que le comprara un violín de verdad, porque “ese guache sí le iba a entender a la música”.