PACMyC se renueva en
su trigésimo aniversario
A tres décadas de la creación del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura abre la convocatoria 2019 que contempla nuevas formas de participar y mayores montos económicos de apoyo.
La edición del presente año amplía las posibilidades de promover la cultura comunitaria fomentando la diversidad, el no racismo y la inclusión. Los interesados pueden participar de dos formas: a través de una intervención o un proyecto cultural; la primera transformación en favor de la redistribución de la riqueza cultural del país.
Para solicitar el apoyo económico de los proyectos de intervención, las comunidades deben elaborar una propuesta a partir de una nota descriptiva sencilla que señale el problema a abordar. En el caso del proyecto cultural, deben seguir los lineamientos que incluyen síntesis, objetivo, duración, calendario de actividades y resultados.
La segunda transformación del PACMyC son los nuevos montos de los estímulos. Las poblaciones indígenas, afrodescendientes, grupos vulnerables y comunidades rurales y urbanas que presenten una propuesta de intervención podrán recibir un estímulo económico máximo de 40,000 pesos y las prominentes de proyectos culturales podrán obtener máximo 100,000 pesos.
Los interesados pueden estar agrupados en colectivos, mayordomías, cofradías, consejos de ancianos, organizaciones de la sociedad civil, creadores o especialistas en los ámbitos del Patrimonio Cultural Inmaterial de México.
La Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas plantea que las propuestas del PACMyC se desarrollen en los siguientes ámbitos: Cosmovisiones, Prácticas de Comunalidad, Artes Populares, Culturas Alimentarias, Tecnologías Tradicionales y Pedagogías Comunitarias.
Las categorías anteriores pueden englobar temas como: los seres sagrados, las dualidades, el trabajo colectivo como un acto de recreación, ritos y ceremonias como expresión comunal, danzas, la palabra oral o escrita, artes escénicas, la crianza de animales, la caza, los textiles y oficios, por mencionar sólo algunos.
Finalmente, todas las intervenciones y proyectos culturales deben contemplar una presentación de resultados que se vincule con el catálogo de actividades de la DGCPIU: Chamakili. Anticuentos y antipoemas, Huehues. Diálogos intergeneracionales, Círculos regionales de pensamiento indígena, Manos de Santa Cruz, Trabajadoras del hogar y amas de casa, Trabajadores indígenas en instancias de gobierno, Cultura en la discapacidad, Trabajadoras sexuales, Enroques culturales, Mano vuelta. Contaminación Musical, Tekio musical por la vida y la esperanza, Tianguis-mercados y Las semillas que nos dieron patria, los cuales se explican en el cuerpo de la convocatoria.
MAB
Unidades Regionales y Estatal de Culturas Populares
son prioridad para la DGCPIU
Tlaxcala, Tlaxcala.-Potenciar la operación de las Unidades Regionales y Estatales de Cultura, mediante la inclusión, fomentando la diversidad y sin racismo, es la prioridad para la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura de Gobierno de México.
En Tlaxcala, el titular de la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas, Mardonio Carballo Manuel; el maestro Victor Cata, en representación de la subsecretaria de Diversidad, Natalia Toledo; y el director del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, Juan Antonio González Necoechea, inauguraron el Encuentro Nacional de Unidades Regionales y Estatales, que se desarrollará durante viernes y sábado.
“La situación de la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas, con respecto a las Unidades Regiones es de suma importancia, porque como bien dijo el maestro Cata, ustedes son nuestros ojos, nuestros oídos, nuestros brazos y queremos que esos músculos que tenemos al interior de la república mexicana se fortalezcan. Todo esto para hacer que la vida de sus nietos, de sus hijos, sea mejor”, aseguró Mardonio Carballo.
En el encuentro se diagnosticó, de forma participativa, el estado de las Unidades, para definir e implementar el plan anual de reforzamiento de las oficinas de promoción y difusión de cultura en las entidades. En el país operan 22 Unidades Regionales y 9 Estatales en 16 entidades.
Las y los titulares conocieron los 12 ejes de acción en beneficio de pobladores de zonas rurales o urbanas en el país. Las niñas y niños, trabajadoras y trabajadores en situación vulnerable, ancianos y personas con capacidades diferentes y los indígenas y afrodescendientes son la columna de la nueva agenda de la DGCPIU.
“Cuando hablamos de cultura me refiero la vida y para eso estamos aquí. En un país de muertos, en un país de sangre, es importante hablar de cultura y cuando digo cultura es importante hablar de la vida”, dijo Carballo.
Como punto nodal del encuentro, se detallaron los cambios del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), en el marco del trigésimo aniversario de una de las acciones más relevantes en el ámbito cultural nacional.
DGCPIU prepara grandes festejos por el Año Internacional
de las Lenguas Indígenas
Con el propósito de combatir la discriminación lingüística en nuestro país y fomentar el reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural, factores que promueven el diálogo y entendimiento entre los pueblos y la construcción de una cultura a favor de la paz, la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México inaugurará sus festejos por el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
En el marco del 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna, la celebración será por partida doble con el inicio de la campaña a nivel nacional titulada: “No hay lengua sin pueblos”, acompañada con los hashtags en redes sociales #NoHayLenguaSinPueblos y #NiUnHablanteMenos.
A lo largo del día y del año, en distintos espacios de la capital y entidades del país, a través de poesía, música, cine y arte urbano, esta iniciativa buscará fortalecer el valor de las lenguas indígenas y sus hablantes.
Desde muy temprano, en la primera corrida de las 05:00 de la mañana del 21 de febrero, el poder de las lenguas mexicanas emergerá desde las profundidades de la tierra. Cinco mil pasajeros de las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro que atraviesan la Ciudad de México se encontrarán con un regalo literario en los asientos de los vagones.
Entre una estación y otra, los usuarios de este transporte público disfrutarán de la lectura en lengua mé’pháá -y en español- del poema “El árbol”, creado exprofeso por el guerrerense Hubert Matiúwàà, ganador del V Premio de Literaturas Indígenas de América, para celebrar este Año Internacional.
A manera de impresiones en papel, los pasajeros no sólo traerán consigo un mapa de la red, sino que además conocerán y podrán compartir la riqueza de la palabra a través de obras poéticas escritas en algunas de las 68 lenguas indígenas de nuestro país.
Esta iniciativa se repetirá los días 21 de cada mes, hasta noviembre. Participarán, además de Matiúwàà, los poetas Rubí Tsanda Huerta, purépecha; Mikeas Sánchez, zoque; Emilia Buitimea, yoreme; Feliciano Sánchez Chan, maya; Yolanda Matías, náhuatl; Enriqueta Lunez, tsotsil; Irma Pineda, zapoteca; Delfina Albañez, pai pai, y Yásnaya Aguilar, ayuujk, quienes en su poesía reflexionarán y visibilizarán la situación de las lenguas originarias en la actualidad.
La idea de compartir la palabra materna en el metro es la réplica de un gran proyecto en el que diez lienzos públicos de distintas entidades del país serán intervenidos -uno por mes hasta noviembre- con las obras de los poetas mencionados en convivencia con creaciones de jóvenes artistas plásticos. Las lenguas no solo se podrán leer, sino también ver junto con toda la riqueza cultural que las rodea.
El primer mural de este proyecto será inaugurado el 21 de febrero, a las 17:00 horas, a unos metros de la línea fronteriza entre México y Estados Unidos, en Tijuana, Baja California. El encargado de ilustrar el poema de Matiúwàà será el artista del grafiti Benny Frank. El lienzo público de 8.50 x 4.50 metros de dimensión se localiza en las playas de esa ciudad, en el lado oeste de las oficinas de la agrupación de apoyo a migrantes “Ángeles sin Fronteras”, espacio en el que confluyen miles de personas al mes.
Cine, música y más poesía en honor de las lenguas indígenas
Este Día Internacional de la Lengua Materna, la musicalidad del son y la poesía, cantada y recitada, inundará distintos espacios de la Ciudad de México con las voces de los poetas Celerina Patricia Sánchez, originaria de Oaxaca, hablante de la lengua ñuu savi, y Santos de la Cruz Hernández, nahua proveniente del municipio de Ixcatepec, en Veracruz. Ambos estarán acompañados por el grupo de jóvenes de son huasteco Tres en línea, originario de la Ciudad de México.
Este circuito músico-poético, cuyo hilo conductor serán los indígenas migrantes a las ciudades, iniciará su recorrido a las 12:00 horas en la estación del Metro Zapata; luego, a las 16:00 horas, visitará la Biblioteca Vasconcelos; y concluirá presentaciones en el Museo Nacional de Culturas Populares, a las 18:00 horas.
El alcance de las lenguas indígenas en busca de su reconocimiento es retomado también por el séptimo arte, ejemplo de ello son las películas Sueño en otro idioma, del director Ernesto Contreras, y Roma, de Alfonso Cuarón, las cuales completarán el programa de actividades en el marco de estos festejos a la palabra.
En colaboración con diversas instancias culturales en la Ciudad de México, se ofrecerán funciones dobles en la Biblioteca de México y la Biblioteca Vasconcelos (a las 12:00 horas); Fonart Patriotismo (17:00 horas); Museo de Historia de Tlalpan (17:40 horas); Cineteca Nacional y Zócalo de la Ciudad de México (19:00 horas); y el Museo Nacional de Culturas Populares (19:30 horas).
Previamente, en el Patio Jacarandas del recinto museístico de Coyoacán, a las 19:00 horas se llevará a cabo la charla “¿Cómo inventar una lengua?” a cargo del lingüista Francisco Javier Félix Valdez, quien creó el “zikril”, lengua indígena con la que se comunican algunos de los personajes del filme Sueño en otro idioma.
Además, ambas películas se proyectarán en diferentes sedes del programa Cine Sillita y las Unidades Regionales de la DGCPIU ubicadas en los estados de Baja California, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Morelia, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Yucatán.
La entrada para todas las actividades es gratuita. Para más información del programa “No hay lengua sin pueblos” consultar: https://www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx/
MAB
El próximo jueves 28 de febrero, a las 19:00 horas
Inaugura el Museo Nacional de Culturas Populares
el programa de exposiciones:
“Merequetengue. El color de la Costa Chica”
La Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura a través del Museo Nacional de Culturas Populares se complace en presentar el programa Merequetengue. El color de la Costa Chica, compuesto por cuatro exposiciones temporales que tienen como objetivo mostrar la diversidad étnica y cultural, así como algunas de las manifestaciones artísticas originadas en las comunidades afrodescendientes de la región costera de Oaxaca y Guerrero.
El museo se vestirá de fiesta el 28 de febrero a partir de las 19:00 horas con la muestra “Ruja. Afromexicanos de la Costa Chica” en la sala Guillermo Bonfil Batalla, conformada por más de 80 fotografías en blanco y negro de Maya Goded y Alberto Ibáñez, dos artistas que desde sus particulares propuestas estéticas, retratan la vida cotidiana en diversas comunidades afromestizas de la Costa Chica como Tecoyame, Tepextla, Corralero, Chacahua, el Ciruelo, Chicometepec, La Boquilla, Santo Domingo, El Azufre, Las Salinas, Llano Grande -en Oaxaca- y Cuajinicuilapa, San Nicolás, Maldonado, Cerro de las Tablas – en Guerrero-. La Costa Chica es el litoral comprendido entre Acapulco, Guerrero, y Puerto Ángel, Oaxaca, territorio que cuenta con algunos de los principales asentamientos en México de población afromexicana (connacionales que provienen de hombres y mujeres de origen africano, desplazados de manera forzada durante el periodo virreinal o arribados tras la Independencia). Permanecerá abierta hasta el 2 de junio.
Retratos de infantes, mujeres y hombres, el mar, la pesca, la danza, la fiesta, el amor y la vida, conforman este magnífico recorrido visual. La muestra lleva por título “Ruja” en alusión a algunos de los bailes tradicionales de “los diablos”, característicos de las comunidades afrodescendientes de la Costa Chica que se llevan a cabo los días de muertos.
Al mismo tiempo se presenta en la sala Cristina Payán la muestra “Gráfica Cimarrón”, una selección de estampas producidas en el Centro Cultural Cimarrón fundado en 1995 en la comunidad El Ciruelo en Pinotepa Nacional, Oaxaca. Este espacio cultural es una de las semillas de los actuales movimientos sociales de reconocimiento de los pueblos afromexicanos. “El Cimarrón” fue un centro impulsado por el padre Glyn Jemmott, originario de Trinidad y Tobago, que activó talleres de artes plásticas, cuentos, música y danza, permanentes e itinerantes, en diversas comunidades costeras de Oaxaca y Guerrero bajo el lema: “Aprender para ser libres” y con ello, reafirmar la identidad afromestiza en niños, jóvenes y adultos de la región.
La exposición “Gráfica Cimarrón”, conformada por más de 50 obras, representa un rescate de la memoria, es la materialización de un importante fenómeno histórico y cultural que simboliza el esfuerzo colectivo por afirmar la identidad afrodescendiente a través del arte – gracias al esfuerzo del padre Glyn y de diversas asociaciones, entre ellas “El Cimarrón”, se lograron concretar los “Encuentros de Pueblos Negros”, asambleas de comunidades afromexicanas en donde se analizan problemáticas socioculturales y al mismo tiempo, se busca visibilizar a las comunidades afromestizas como componentes fundamentales de la sociedad mexicana. Estará abierta hasta el 2 de junio.
Canto de Ruja para Atzatzilistlise exhibe en la Sala María Sabina con obra de Baltazar Castellano Melo, artista joven originario de Cuajinicuilapa, Guerrero, quien a través de distintos objetos intervenidos como máscaras de diablos y los tradicionales instrumentos musicales: arcuzas y charrascas, simboliza dos de las principales raíces culturales de Guerrero: la “danza de los diablos” y el culto a Atzatzilistli, “el llamado de la lluvia” característico de la montaña, en el que se representa el enfrentamiento entre dos tecuanes o jaguares tras el robo fallido de la semilla del maíz a Tlaloc, deidad que al verlos pelear se apiadó de ellos enviando la cosecha de tan apreciada planta y la lluvia, por cada gota de sangre derramada en la batalla. Además de los objetos que conforman la exhibición, Baltazar realizó un mural ex profeso en el patio de la Quinta Margarita, en el que representa las coloridas tradiciones y danzas de la comunidad afromestiza de la Costa Chica: “La tortuga”, “El toro del petate y sus 24 caporales”, “Los diablos”, “Son de Artesa” y “La Chilena”, que también conviven con tecuanes o jaguares de la montaña. El público la podrá visitar hasta el 19 de mayo del presente año.
Finalmente, en las Galerías 3 y 4 se presenta la proyección del documental Son de Artesa (2006-2008), dirigido y producido por la antropóloga y cineasta Sandra Luz López Barroso quien tiene una larga trayectoria en la investigación de la población de la Costa Chica. Este proyecto está dedicado a doña Catalina Noyola Bruno quien fuera una de las leyendas del son de artesa.
Este son nació en Guerrero durante la época virreinal cuando los pobladores de origen africano escuchaban en la lejanía la música española que provenía de distintas fiestas. A partir de la necesidad del baile, se inventó la artesa, una especie de tarima realizada con troncos de parota, labrados en sus costados con alguna figura zoomorfa -toro, caballo o lagarto-. Durante mucho tiempo este son se realizaba en fiestas, bodas y otras celebraciones; en la actualidad se lleva a cabo durante encuentros culturales regionales. En su ejecución participan un número variado de músicos, generalmente cinco, quienes interpretan instrumentos como guitarra, vihuela, violín, cajón y arpa, además de los bailarines que hacen sonar la artesa, generalmente con la planta de sus pies descalzos. Se presentará hasta el 19 de mayo.
El programa Merequetengue. El color de la Costa Chica estará acompañado de actividades académicas, escénicas, talleres y visitas guiadas que serán anunciadas en las redes sociales y en la página web. El Museo Nacional de Culturas Populares se ubica en Av. Hidalgo 289 en la colonia Del Carmen, Alcaldía de Coyoacán, y tiene un horario de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas La entrada al público es de 15 pesos.
El maíz. Elemento de nuestra identidad,
muestra que da vida al totomoxtle
La riqueza cultural del maíz va más allá de la mesa, convirtiéndose en objeto de inspiración para los artesanos de México. Esto se aprecia en la exposición El maíz. Elemento de nuestra identidad, que se presenta en el vestíbulo de la sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares, en el marco de la XXVII edición de la Feria del Tamal.
Alrededor de una docena de piezas elaboradas con totomoxtle -la hoja seca que envuelve la mazorca del maíz- empleada generalmente para envolver los tamales, dan testimonio de la creatividad y destreza de artesanos de los estados de Guerrero, Jalisco, Morelos y Veracruz.
Esta pequeña pero representativa muestra, perteneciente a la colección del Museo, reconoce el trabajo de generaciones de artesanos que han intervenido esta noble materia prima para recrear bellamente todo tipo de escenas de la vida cotidiana y momentos históricos.
Muñecas bailarinas, músicos tradicionales, representantes de la Danza Moros y Cristianos, vendedoras de flores y hasta una tamalera dan fe de los oficios populares y tradiciones artísticas que distinguen a México; al igual que personajes que hablan de nuestra historia, entre ellos, una caravana zapatista y una pareja de revolucionarios.
Algunas de las técnicas empleadas para la elaboración de estas obras consisten en humedecer las hojas secas de la mazorca para hacerlas flexibles y en ocasiones teñirlas con anilinas para obtener una multiplicidad de colores.
La maestría de los artesanos les ha permitido perfeccionar la manipulación del totomoxtle para recrear hasta los mínimos detalles en cada pieza. En estas obras se podrán apreciar aplicaciones con lentejuelas, plumas, listón, hilo de ixtle, entre otros materiales, que los artistas utilizaron para completar cada figura.
La exposición “El maíz. Elemento de nuestra identidad” se exhibirá hasta el domingo 3 de febrero en el vestíbulo de la Sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Av. Hidalgo 289, col. Del Carmen, Coyoacán, en la Ciudad de México. La entrada es libre.