Miradas Forasteras del Arte Popular Mexicano

46654547 2191227184481143 8576825385444966400 oCinco siglos de arte popular mexicano

vistos a través de miradas forasteras

  • Las experiencias de más de un centenar de personalidades de 22 países convergen en esta publicación que aporta nuevas visiones y significados al arte popular de México.
  • La obra retrata la multiplicidad de ramas artesanales, presentes en la geografía mexicana, cuya máxima expresión se encuentra en la vida cotidiana, indumentaria, festividades, costumbres y otras prácticas culturales.

Miradas forasteras al arte popular mexicano, libro editado por la Secretaría de Cultura a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), se presentó el jueves 22 de noviembre en el Museo Nacional de Culturas Populares. La publicación, producto de una amplia labor de investigación por parte del historiador José N. Iturriaga, narra las impresiones de 138 reconocidos extranjeros sobre el arte popular y las artesanías mexicanas a lo largo de 500 años de historia.

Octavio Murillo Álvarez de la Cadena, Director de Acervos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; Luis Roberto Castrejón Durán, Director de Desarrollo Regional y Municipal -en representación de Jacinto Chacha Antele, titular de la DGCPIU-, y José N. Iturriaga, presentaron la obra.

Con asombro, admiración y rigor histórico, Iturriaga ofrece relatos vívidos y descriptivos de colonizadores, clérigos, científicos, escritores, fotógrafos, periodistas, diplomáticos, historiadores, antropólogos y premios Nobel provenientes de más de veinte países.

Destacadas son las figuras, de los siglos XVI al XXI, que se reúnen en esta publicación, como el conquistador español Hernán Cortés; fray Bernardino de Sahagún; el científico Alexander von Humboldt; el litógrafo italiano Claudio Linati; la emperatriz Carlota; la Premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral, así como los escritores y poetas David H. Lawrence, Graham Greene, Simone de Beauvoir, B. Traven, Italo Calvino, Seamus Heaney y Francisco Solano, por mencionar algunos.

Como bien lo refiere José N. Iturriaga en la introducción de la obra, México es uno de los principales países de la Tierra en lo que respecta a la riqueza de su arte popular, lo mismo en su diversidad lingüística -ocupa el segundo lugar con 62 lenguas vivas, después de China-. Todo ello, aunado a su biodiversidad y múltiples prácticas culturales étnicas, ha generado un crisol que se ha convertido en un imán para los ojos foráneos.

“Cuando nos visitan extranjeros, generalmente su asombro lo provocan aspectos que para nosotros son cotidianos. Valgan como ejemplo los panes de muerto con huesos simulados, las calaveritas de azúcar con nuestro propio nombre en la frente y los pequeños ataúdes y esqueletos como juguetes para los niños; ante ello, los forasteros, sobre todo los no latinos, se pasman y desconciertan”, expresa el autor.

Y añade: “Por eso los otros son a menudo un espejo en el que podemos observarnos y, aunque a veces distorsionen la imagen, en tal caso nos ayudan, por contraste, a ubicar mejor nuestra identidad nacional”. Iturriaga cita las palabras de Andrés Henestrosa para profundizar en esta idea: “Todos los viajeros, así el que niega como el que afirma, el que atina como el que yerra, han contribuido con sus luces y con sus sombras a crear la imagen de México, a hacerle su mitología y su historia”.

En esta obra, de vasta bibliografía, el autor da cuenta de las huellas documentales que dejaron los viajeros a través de relatos y descripciones de sus periplos mexicanos; crónicas, historias, reportajes, diarios de viaje, investigaciones, informes, poemas, novelas, cartas y escritos en los que es frecuente la alusión a nuestro arte popular en cualquiera de sus manifestaciones.

Españoles, estadunidenses, franceses, británicos, italianos, austriacos, belgas, checoslovacos, chilenos, nórdicos, polacos, rusos, cubanos, argentinos, brasileños, colombianos, holandeses, iraníes, peruanos y suizos dejaron en papel su visión del arte popular mexicano expresado en la vida cotidiana, las festividades y los rituales.

La geografía mexicana fue el lienzo perfecto para guardar la memoria de sus recorridos por Oaxaca, Puebla, los Altos de Chiapas, la sierra de los huicholes, la meseta purépecha de Michoacán y la ciudad de Guadalajara. Asimismo, Veracruz, Hidalgo, Guerrero y Yucatán, aunque en esta publicación está presente casi toda la República Mexicana.

En cuanto a las ramas artesanales, aparece con mayor frecuencia en los escritos la de los textiles; sin olvidar la cerámica y alfarería, cartonería, pirotecnia, orfebrería, mueblería popular, bordado con chaquira, herrería, labrado en madera, alfombras florales, cuchillería, miniaturas, talabartería, lacas, arte plumario, tejidos de palma, bejuco y mimbre.

Se suman textos relativos a festividades como el Día de Muertos, la Semana Santa, los Carnavales y otras fiestas, pues como lo explica el autor, “son el ámbito natural donde nacen y se desarrollan muchas manifestaciones artísticas de nuestro pueblo. Caso parecido es el de los mercados, crisol cultural de atavíos, artesanías, culinaria y otras maravillas”.

Amparo Rincón Pérez, coordinadora de Arte Popular de la DGCPIU, considera que una de las aportaciones de esta publicación es que muestra una mirada enfocada en el arte popular mexicano y la artesanía; desde la elaborada por los pueblos originarios como la creada a raíz del mestizaje español y africano, a través de los ojos de visitantes extranjeros que se desempeñaban en distintas disciplinas.

“Esto puede ser un elemento importante de investigación para estudiosos en el tema que buscan los antecedentes de un objeto, su evolución, preservación y vigencia. Con múltiples visiones, el abanico se amplía y estamos ante la posibilidad de resignificar el arte popular mexicano y su simbolismo. A la vez, nos regala un inventario de cosas que existían y hoy han desaparecido”, resaltó la antropóloga.

José N. Iturriaga, es autor de 65 libros y ha colaborado en otras publicaciones en colectivo. Fue Director General de Culturas Populares (1995-2000) donde implementó el Programa Nacional de Biodiversidad y Cultura Popular. Asimismo, fue responsable de la colección de Recetarios Indígenas y Populares de México, Recetarios Antiguos de México y los mapas de la diversidad cultural de México y de las cocinas regionales.

Miradas forasteras al arte popular mexicano estará disponible en Librerías Educal.

MAB